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Las timbas clandestinas de póquer arraigan en Málaga

La policía detecta 20 garitos de juego en la Costa del Sol

Juana Viúdez

La imagen de los agentes de policía irrumpiendo en una partida clandestina de póquer justo en el momento en el que los jugadores enseñan sus cartas y se abalanzan sobre una montaña de billetes es muy cinematográfica, pero difícil de conseguir en la Costa del Sol. Para empezar, porque para entrar en una vivienda donde se celebra una timba ilegal hace falta una orden de registro y los jueces consideran que no merece la pena vulnerar un derecho fundamental como la inviolabilidad del domicilio para atajar una mera infracción administrativa. En Andalucía el juego ilegal está prohibido, pero no se considera delito. Los organizadores se enfrentan, en el peor de los casos, a multas de hasta 300.000 euros y el cierre del establecimiento.

En Andalucía el juego ilegal es una falta administrativa que acarrea multa
Los organizadores se anuncian en Internet pero no hablan de dinero

Un tiroteo en un chalé de Marbella durante una de estas timbas puso en jaque a los empresarios del sector a comienzos de septiembre. La partida se celebraba en una urbanización exclusiva, con crupier, fichas de casino y un completo sistema de seguridad. Hubo reuniones de la Policía Autonómica, encargada de las competencias de juego, con empresarios de casinos que pusieron sobre la mesa la existencia de al menos una veintena de estos garitos clandestinos en la Costa del Sol. "Se camuflan como clubes de póquer, asociaciones deportivas o en el cuarto de atrás de una bar", explica un directivo que pide que no se le identifique. "Hay tal permisividad que florecen como setas y en los últimos años van en progresión", se queja.

Además, en caso de encontrar dinero sobre la mesa, los policías deben demostrar que el organizador de la timba ha cobrado un porcentaje. La única forma es estar camuflado en la escena y esperar el momento adecuado para intervenir. "Muchas de estas partidas se organizan en clubes privados o casas particulares y cuentan con complejos sistemas de videovigilancia o porteros. En los abiertos al público hay menos problemas para acceder", explica Miguel Ángel San Andrés, responsable del grupo de juego de la Policía Autonómica. El agente, con más de una década de experiencia, asegura que sólo han solicitado un mandamiento judicial de entrada y registro en uno de esos locales y que se lo denegaron. "No nos queda otra que llegar e identificarnos en la entrada", añade.

Los jugadores suelen ser extranjeros, sobre todo centroeuropeos, aunque también hay españoles. Según el sector de casinos, entre el 80% y el 85% son autodidactas o personas que han aprendido por Internet. La casa se suele llevar el 10% del dinero, más las copas que se consuman. "Imagina que tengan entre 60 y 80 jugadores en un fin de semana. Todo es beneficio libre de impuestos", se queja el directivo.

Los clubes se reparten por Calahonda, Marbella o Málaga y se anuncian por Internet. "Se cuidan mucho de que en las fotografías no aparezca dinero, ni el símbolo del euro en el apartado de las comisiones de la banca", explica otro agente. En 2007 iniciaron una operación en la que inspeccionaron 13 establecimientos de apuestas ilegales en los que intervinieron 400.000 euros en material, 200.000 en boletos y unos 60.000 euros en efectivo.

En aquella ocasión se centraron en las apuestas deportivas, prohibidas a excepción de las carreras de caballos, aunque también intervinieron mesas de póquer. Meses después se han vuelto a ver las caras con el dueño de uno de estos negocios que se ha pasado al póquer. En la última visita que el grupo de juego hizo a su negocio, no encontraron ni un billete sobre las mesas.

Naipes bajo control

La Policía Autonómica tiene entre sus funciones el control de los naipes que se utilizan en las partidas que organizan los casinos y tienen que estar presentes cada vez que se destruye una baraja. "Las cajas van precintadas con su numeración y cuando se van a dejar de utilizar nos llaman para que demos cuenta de su destrucción", cuenta el inspector jefe Miguel Ángel San Andrés. Pueden pasar horas viendo cómo acaban con estas cartas con la única finalidad de que no sean utilizadas por personas ajenas. Entre sus tareas también está el control de prohibidos, personas que no pueden acceder a los casinos porque se les ha sorprendido haciendo trampas o por ludopatía. Hay casos registrados en vídeos de jugadores que van a apostar y arrastran pegada a la mano una ficha de 500 euros como el que no quiere la cosa.

El pasado junio, la Junta aprobó el nuevo catálogo de juegos y apuestas permitidos en Andalucía. En el decreto se especifica que el material utilizado para la práctica y explotación de "los juegos y apuestas incluidos en el Catálogo, solo podrá ser fabricado, importado o comercializado, previa su homologación por (...) la Junta de Andalucía".

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Sobre la firma

Juana Viúdez
Es redactora de la sección de España, donde realiza labores de redacción y edición. Ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional en EL PAÍS. Antes trabajó en el diario Málaga Hoy y en Cadena Ser. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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