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El temporal de viento afea la imagen de seguridad del aeropuerto de Loiu

“Los vídeos de aterrizajes peligrosos los ven turistas y no son buenos a la larga”

Un avión aterriza con problemas en el aeropuerto de Loiu debido al temporal de viento.
Un avión aterriza con problemas en el aeropuerto de Loiu debido al temporal de viento.Miguel Toña (EFE)

“Los vídeos en Youtube con los aviones moviéndose, sin poder aterrizar y con los pasajeros haciéndose cruces y luego contando las peripecias que han sufrido nos hacen mucho daño porque los ven millones de turistas y eso no es bueno a la larga”. Lo dice un empresario vizcaíno, acostumbrado a pasar una media de 110 días al año fuera de su domicilio en Bilbao por razones profesionales, con negocios en cuatro de los cinco continentes. “Lo del aeropuerto de Loiu es una cuestión de seguridad y de imagen que se debe solucionar”, añade tras haber perdido en una semana dos conexiones internacionales con salidas desde Madrid, a donde no pudo llegar por la cancelación de los vuelos domésticos.

Los efectos del reciente temporal, con rachas de viento superiores a los 100 kilómetros por hora, han obligado en apenas mes y medio de este año a la cancelación de hasta 43 vuelos con salida o llegada al aeropuerto de Bilbao. Esta cifra triplica las suspensiones registradas en todo 2013. “Es una imagen muy mala porque creas inseguridad y no te acabas fiando del destino porque sabes que te pueden mandar a cualquier sitio”, añade este mismo empresario.

Precisamente el desvío de vuelos por efectos del temporal a aeropuertos como el de Toulouse, situado a casi cuatro horas de la capital vizcaína, ha alertado sobre el impacto que podría tener en el flujo de posibles viajeros. “Un empresario alemán que viene de Munich a Bilbao como el otro día no comprende que su vuelo aterrice en Francia por las razones que sean y que luego, además, tenga que coger un autobús y recorrer 450 kilómetros para llegar a una reunión que a buen seguro le aplazan para el día siguiente”.

Las imágenes difundidas sobre los serios problemas sufridos por muchos aviones para procurar un forzado aterrizaje en las pistas de Loiu han acaparado el centro informativo durante muchos días, provocando así un efecto inquietante “que nos deja muy mal”, admiten en una central de viajes. “Lo peor que le puede pasar a un aeropuerto es que se acabe hablando de su seguridad y eso es lo que está ocurriendo estos días con Loiu”, reconoce.

Por si fuera poco, la difusión de estos problemas por las redes sociales multiplica su efecto negativo. Ha ocurrido, de hecho, con un mensaje difundido desde su cuenta particular de Twitter por Andrés Nocioni, jugador de referencia del Laboral Kutxa, alarmado por el aterrizaje que vivió en el avión que condujo al equipo vitoriano hasta Loiu la pasada semana, a su regreso del último partido europeo. “En el aeropuerto de Bilbao hasta que no pase algo, no tomarán alguna medida. Ya van más de una vez que aterrizar es un milagro”, dejó escrito para que lo leyeran sus millares de seguidores.

“El efecto del monte Ganguren sobre las pistas de Loiu es algo que seguirá para siempre”, reconoce un técnico forestal vizcaíno al ser preguntado por la influencia de la orientación del aeródromo. “Su dependencia del efecto de los vientos es evidente a partir de la configuración que tienen las pistas”, añade a propósito de los efectos que provoca esta cumbre de 477 metros, y que separa la capital vizcaína de la comarca del Txorierri, en la que se encuentra el aeropuerto.

Loiu, aeropuerto inaugurado en noviembre de 2000 como sustituto del ubicado en la cercana localidad de Sondika, dispone de dos pistas de 2,6 y 2 kilómetros, respectivamente. En Aena, la entidad pública de los aeropuertos españoles, son conscientes de que “algunos pilotos han admitido que el aterrizaje en Bilbao se pone difícil con las turbulencias”, pero, añaden inmediatamente fuentes próximas, “se trata de una llegada segura y de un destino muy frecuente”. No obstante, en los últimos días se ha asistido a escenas poco favorables para la imagen de seguridad de este aeropuerto, cabecera en el País Vasco por su volumen de tráfico.

En el último año, no obstante, Loiu sufrió un descenso de pasajeros del 8,9% respecto a 2012, con un volumen total de 3.800.789. A su vez, el tráfico internacional contabilizó 1.483.044 viajeros, lo que supuso un aumento del 3,5%. No obstante, Iberia ya ha decidido aumentar las frecuencias de sus viajes entre Bilbao y Madrid. Esta decisión contribuirá a un mayor atractivo de la oferta que empieza a verse comprometida por el Alvia en algunos segmentes de edad, como admite una oficina de turismo consultada en la capital vizcaína.

Esta polémica por la sucesión de excesivos desvíos y cancelaciones en Loiu ha venido a coincidir, curiosamente, con la dialéctica avivada entre los partidos e instituciones vascos sobre la idoneidad del horario de servicio del aeropuerto de Foronda. La inmensa mayoría de los vuelos cancelados hasta últimas horas de la tarde con destino a Bilbao no han podido ser desviados al aeropuerto alavés porque este se encontraba cerrado en cumplimiento de las restricciones decididas por el Ministerio de Fomento. Esta fatal coincidencia ha ido obligando a buscar pistas de aterrizaje abiertas en los aeropuertos de ciudades como Toulouse, Pamplona, o Zaragoza, aunque otros aviones se han visto obligados a regresar a sus puntos de partida como ha ocurrido con algunos charter en horario matinal.

“El PP tendría que presionar a Fomento para buscar una solución a Foronda que permita ampliar su horario como le estamos pidiendo”, aseguran desde el Gobierno vasco, molestos con el doble juego de los populares en Euskadi y en Madrid. “Ocurre que no se atreven a ir en contra del Gobierno y como sigamos así es posible que hasta Zaragoza vaya quitando carga a Foronda”, agrega la misma fuente.

El PNV, de hecho, ha iniciado una política activa a favor de recuperar el pleno horario en Foronda y para ello requiere a las instituciones vascas y alavesas que destinen los recursos económicos necesarios. Pero el PP ha desviado la exigencia hacia posiciones territoriales que podrían agudizarse conforma se acerquen las elecciones municipales. Esta pelea ya conocida en Euskadi impediría un debate real sobre las exigencias de motivación económica que plantea la disponibilidad de Foronda las 24 horas del día.

“Hay que ponerse en la piel de una persona que viene de fuera y que le devuelven a su punto de partida cuando sabe que a media hora de Bilbao hay otro aeropuerto donde podría aterrizar sin problema”, añade el empresario curtido en vuelos transoceánicos, que no oculta su malestar por la ausencia de una política definida en materia aeroportuaria. “No lo puede entender”.

Foronda, abierto en 1980, dispone de una pista de 3,5 kilómetros y otra paralela de rodaje, que le ha permitido acoger, incluso, el Antonov 225, el avión más grande del mundo, pero ahora lucha por subsistir en medio de los recortes drásticos de Fomento y de la ausencia de una oferta competitiva que fue la causante de su progresiva pérdida de vuelos. Considerado el tercer aeropuerto de España por volumen de carga, ofrece, sin embargo, una imagen desoladora durante el día. “Como si fuera el aeropuerto de Castellón”, introduce con ironía un político nacionalista.

“Media hora en coche es lo que tarda cualquier pasajero que vaya desde el centro de Madrid a coger un avión a la T-4 en Barajas y no digamos nada si estás en París o en el mismo Londres”, señala aquel juntero alavés para exigir que Fomento entienda la necesidad de acceder a “la convivencia” entre los aeropuertos de Bilbao y de Vitoria de cara a conformar una oferta de destino “competitiva”.

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