Moda en papel

Vestidos de cóctel y largos, sobrios o estampados, pero realizados con el mismo material; papel. El Museo Balenciaga expone hasta el 30 de marzo 11 creaciones firmadas por diseñadores vascos y previamente presentadas en el Concurso de Vestidos de Papel de Güeñes. Las prendas han sido confeccionadas siguiendo las normas del certamen, creado en 1958, todas han sido cosidas a mano o a máquina, sin utilizar pegamento o grapas, aunque el papel sí que puede ser tratado.

Por ejemplo, la diseñadora Mercedes de Miguel, que ha creado dos vestidos para la muestra, ha pintado el material base de negro y marrón para imitar el aspecto del cuero, mientras que Javier Barroeta expone un vestido de noche, confeccionado a partir de acuarelas con paisajes de Bilbao, Tokio, París o Las Encartaciones. La lista de diseñadores se completa, entre otros, con Ion Fiz, Alicia Rueda, Alberto Sinpatron y María Clé.

La muestra resume además el principal cambio introducido en el Concurso de Güeñes desde su creación, cuando en 2005 los responsables del certamen decidieron abrir la participación a cualquier creador -antes estaba limitado a la presentación de trabajos locales-, así como invitar cada año a un diseñador vasco ya consagrado para que formara parte del jurado y a su vez presentara en la cita una creación.

"Hay que disfrutar del instante. Es un concepto muy zen, ver las huellas del paso del tiempo", ha defendido Claudio Olea, coordinador de la exposición, tras la presentación de la misma, en referencia a la delicadeza de los vestidos por el material utilizado para su creación. Olea ha apuntado que "tarde o temprano" se deteriorarán porque la humedad y la luz hacen imposible su conservación perfecta. Un ejemplo de ello es el vestido de María Clé expuesto, confeccionado íntegramente en papel de seda blanco en 2006 es el más antiguo de todos.