La izquierda ‘abertzale’ replantea una ‘vía vasca’ sin esperar a los Estados

Las organizaciones de la izquierda abertzale Sortu, LAB y Ernai han reformulado su estrategia por la independencia del País Vasco en una "vía vasca propia y democrática", que se resume en "este pueblo se va" y a la que esperan sumar otras fuerzas soberanista, PNV incluido.

El presidente de Sortu, Hasier Arraiz, la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, y la representante de Ernai Maialen Etxeberria, han presentado este jueves en Bilbao las líneas generales de esta nueva estrategia, que esperan poder concretar más para antes del próximo Aberri Eguna y que desarrollan para "la construcción de una Euskal Herria independiente, socialistas, euskaldún y feminista".

Según ha explicado Arraiz, no se han fijado plazos para culminar la `vía vasca', continuación y actualización de "Zutik Euskal Herria" (De Pie Euskal Herria), en la que proponen a la ciudadanía vasca una "ruta para recorrer de manera compartida nuestro camino propio, sin esperar a los estados, desde la unilateralidad".

Con todo, el dirigente de Sortu ha hecho hincapié en que se trata de una oferta "flexible" para que nadie se sienta "encorsetado" y que quieren compartir con el resto de partidos que consideran que Euskal Herria es una nación, y el PNV es uno de ellos, pero también con las organizaciones sindicales, sociales y todo tipo de sectores independentistas-soberanistas.

Uno de los "pilares" de la "vía vasca" es la "unidad territorial"

Uno de los "pilares" de la "vía vasca" es la "unidad territorial", para lo que se proponen impulsar el debate sobre un nuevo estatus político para cada territorio con propuestas propias, pero con el común denominador del "reconocimiento de Euskal Herria" y un eje también común: el derecho a decidir. "Pretendemos hacer ese camino primero hacia la unidad territorial y luego la independencia", ha aseverado Hasier Arraiz.

La `vía vasca' se basa en la unilateralidad a la hora de actuar, al margen de los estados, que concretan en "negación de Euskal Herria, represión y vulneración de derechos civiles y políticos". Prevé también la "confrontación democrática" con las legislaciones española y francesa, la "activación popular" y la "acumulación de fuerzas". Sus pilares son reivindicar una "salida propia", el euskera, la cultura y la educación, así como la construcción de la unidad territorial.