Las instituciones afrontan otro Consejo de Finanzas en pie de guerra
Álava y Gipuzkoa discrepan en la actualización de balances y la multa de la UE
No hay tregua en las reuniones del Consejo Vasco de Finanzas. La fragmentación política no le va bien al modelo institucional vasco. El Gobierno y las tres diputaciones, además de la asociación municipal Eudel, con voz pero sin voto, volverán a sentarse hoy en Vitoria, en la cita habitual de mediados de febrero, para cerrar el ejercicio de 2013 y avanzar las previsiones de ingresos tributarios de 2014. El problema es que los precedentes no son nada tranquilizadores. Desde el periodo de 2009 a 2012 en el que gobernó el PSE, las reuniones entre sus interlocutores se cuentan por otras tantas broncas, que, lejos de amainar, han ido ganando intensidad con el paso del tiempo. La última cita que presidió el Ejecutivo socialista se saldó con una monumental gresca y declaraciones discrepantes de cada diputado general al tomarse el acuerdo de incorporar el dinero recuperado de las vacaciones fiscales al sistema común de reparto, con la oposición de Bizkaia y Álava. La última cita de 2013 no le fue a la zaga.
Ahora son Álava y Gipuzkoa las que dicen no. Se niegan a meter en el sistema de reparto el ingreso extra que ha permitido a Bizkaia recaudar 120 de los 127 millones correspondientes a la nueva regulación que posibilitó el pasado año actualizar los balances de las compañías. Solo con Iberdrola y Petronor Bizkaia llenó el saco, pero resulta coyuntural, porque la actualización de balances genera como contrapartida tributaria en el medio plazo un ahorro para las empresas en el Impuesto de Sociedades que, lógicamente, supone merma de ingresos para las Diputaciones. En el medio plazo, la más afectada va a ser Bizkaia. El reparto entre instituciones de la aportación correspondiente al Ejecutivo quedó pendiente de la reunión de octubre pasado y en todo este tiempo el Gobierno no ha reunido a las partes, hasta el martes pasado, en una tensa cita de cuatro horas. Su oferta global para “parchear” el agujero que se les plantea a Gipuzkoa y Álava al tener que inyectar mucho más dinero del que han recaudado por esa vía no les satisface, aunque las dos Diputaciones se han dado estas 24 horas hasta la reunión de hoy para determinar su posición y, en todo caso, las contrapropuestas oportunas.
La multa es otro
El consejero de Hacienda, Ricardo Gatzagaetxebarria, ofrece compensar el problema de ambas provincias con una ecuación en la que también ha metido el dinero recuperado de las vacaciones fiscales en 2013. Pero no es el único elemento de fricción. En un contexto en el que la recaudación tributaria empieza a recuperarse muy lentamente y a crecer con respecto al pasado año, las Diputaciones también discrepan sobre la manera de afrontar el pago de la eventual multa que le puede imponer la Corte de Luxemburgo, a propuesta de la Comisión, por la tardía recuperación del dinero de esas ayudas a las empresas concedidas en los años 90 que la UE ha declarado ilegales. El diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, cree que no sería justo que las tres provincias pagaran en función de un criterio proporcional los 50 millones que posiblemente va a cargar la UE a la Administración central y esta a las tres Diputaciones.
Para Bizkaia, la Diputación que más responsabilidad tiene en la imposición de la multa es Álava, debido a que ha sido la que más retraso ha acumulado a la hora de recuperar todas las ayudas que fijaba la UE. Precisamente, el principal argumento para ratificar la multa era la actitud de unas instituciones forales que incumplieron la obligación de recuperar las ayudas durante más de una década.
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