Del nido, a la jaula
Nadie entendería que mientras la UE señala a España como uno de los países más corruptos, el Gobierno indultara a políticos
Durante años, con una voracidad sin límites, se construyeron un confortable nido con el botín extraído de las arcas públicas. Vivían muy por encima de las posibilidades del común de los españoles. Palacetes, coches de lujo, yates, cacerías africanas. No se privaban de nada. A costa de nuestros impuestos.
Formaban parte de lo mejorcito de cada casa: la política, las finanzas, el sindicato, el deporte e incluso la Casa Real. Un buen día, un juez se cruzó en su camino. Fueron juzgados y condenados. Parecía cumplirse el axioma del juez decano de Málaga, José María Páez: “No hay intocables”. Algunos no se amilanaron. Les quedaba un último recurso: el indulto.
Hay numerosos antecedentes. En los últimos 13 años, se ha indultado a un puñado de políticos condenados por delitos relacionados con la corrupción: malversación de caudales públicos (107), prevaricación (25) y cohecho (16).
En estos momentos, entre los centenares de condenados que confían en un indulto, se encuentran un exministro, dos exalcaldes y un abogado. Los cuatro esperan que, en última instancia, el Consejo de Ministros los libre de la cárcel. Son Jaume Matas (Baleares), Pedro Hernández (Torrevieja), Julián Muñoz (Marbella), y José María del Nido, abogado que trabajó para el Ayuntamiento marbellí, y en esa condición ha sido condenado, no como presidente del Sevilla.
Están en su derecho. La cuestión es si merecen ser indultados. Este país, campeón europeo del paro, de la economía sumergida y de la desigualdad, acaba de lograr un nuevo título: es uno de los más corruptos del continente. Lo revela un estudio de la Unión Europea. Solo nos superan Grecia e Italia. El informe señala que es precisamente en las contrataciones públicas con instituciones regionales y locales donde más crece la bicha de la corrupción. ¿Qué mensaje se enviaría a los ciudadanos españoles y a la UE si estos cuatro personajes son indultados?
Se han enriquecido precisamente con el dinero de los ciudadanos de Baleares, Torrevieja y Marbella. Uno de los delitos más repugnantes que pueden cometer quienes dirigen las instituciones públicas o trabajan para ellas.
Para lograr el indulto, algunos han buscado el apoyo de sus colegas, amigos y empleados. El alcalde de Torrevieja fue respaldado por 45 de los 50 diputados del PP en las Cortes de Valencia. Del Nido ha conseguido la firma de 29 de los 40 presidentes de clubes de primera y segunda división, de jugadores y de centenares de hinchas sevillistas. Cofrades de la Hermandad de la Estrella, de la que es fiel devoto, recabaron firmas en las misas de la Parroquia de San Isidro. El condenado Del Nido expresó en emisoras de radio su arrepentimiento por el “error” cometido. “Mi ingreso en prisión”, repitió, “no va a reportar ningún beneficio a la sociedad”.
Hay que alabar este acto de contrición. Una pena que llegue tan tarde. Una pena que se produzca muchos años después de que el gilismo, para el que Del Nido trabajó, arruinara Marbella. El abogado Del Nido deberá cumplir una condena de siete años de prisión y pagar 2,86 millones de euros. El Tribunal Supremo resolverá estos días el último recurso presentado por Del Nido, en el que pide que se revise su sentencia y se aplace su ejecución. Después, solo le quedará rezar para que el Gobierno le conceda el indulto.
¿Qué decir de Julián Muñoz? El exalcalde y expareja de la también condenada tonadillera Isabel Pantoja aduce motivos de salud para salir de prisión, donde se encuentra. ¡Qué lejos quedan aquellos briosos paseos en carreta entre el polvo del Rocío! ¡Qué lejos los suculentos platós de televisión! ¡Qué lejos, en fin, quedarán aquellos nidos primorosamente construidos con dinero ajeno! Y qué cerca está la jaula en la que permanecerán una temporada estos pájaros.
@JRomanOrozco
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