Aranjuez planea un complejo hípico y hotelero en terrenos protegidos
El proyecto planea ocupar 150 hectáreas de las 635 totales de la parcela
La Comunidad de Madrid proyecta construir un gran complejo hípico y hotelero en una parte de la finca llamada Dehesa de Sotomayor, situada en la vega del río Tajo, en Aranjuez. La alternativa en estudio ocupará unas 150 hectáreas de las 635 totales de la parcela. Los terrenos son Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC) y están incluidos en la Red Natura 2000. Además, aparecen en el ordenamiento urbano del municipio como no urbanizables de protección y espacio de interés forestal y paisajístico.
La iniciativa, para la que el Gobierno regional ha emitido un informe de viabilidad urbanística favorable, se encuentra en una primera fase en la que se están estudiando las alegaciones presentadas al estudio de impacto ambiental. “Se pretende transformar esta impresionante vega en la que existen endemismos botánicos y aves como el búho real o el halcón peregrino, a un lugar en el que se prevé un tráfico de 3.000 vehículos en días de eventos”, denuncia Raúl Urquiaga del colectivo ecologista Grama (Grupo de Acción para el Medio Ambiente).
La consejería argumenta que el proyecto creará puestos de trabajo
Desde la Consejería de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Aranjuez, gobernado por el PP, recuerdan que se crearán puestos de trabajo y se recuperará la tradición hípica del entorno. “Sería más rentable si se utilizaran para proyectos agroecológicos”, puntualiza Urquiaga. La finca cuenta con endemismos botánicos tan curiosos como el pitano, un arbusto que en todo el mundo solo crece en esta finca y en Granada.
El proyecto lleva años gestándose. La explotación de la parcela, propiedad de la Comunidad de Madrid, recae desde marzo de 2011 y por 30 años en el grupo empresarial Ocio Sotomayor, el único que se presentó a la licitación pública. La sociedad se comprometió a realizar una inversión de 15 millones en el complejo, que incluye la rehabilitación de la Casa de la Monta, construida por Carlos III y que albergaba las antiguas caballerizas de la Real Yeguada de Aranjuez. A cambio, la Administración pública recibe un canon anual de 30.000 euros.
Las tierras, de gran calidad agrícola, tienen protección comunitaria y local
La actuación se encuentra en la primera de las tres fases en las que está previsto que se ejecute. La alternativa por la que se decanta el estudio de impacto ambiental incluye varias pistas de competición y entrenamiento, graderíos, cuadras para 1.050 caballos, centro veterinario, 28.600 metros cuadrados de aparcamientos, entre otras instalaciones. El complejo hotelero estará compuesto por 96 cabañas (28 tipo suite), edificio de recepción, restaurante, gimnasio, piscinas, pistas de tenis, campos de fútbol, jardines y viveros. En total, la superficie edificada abarca 38 hectáreas.
El grupo municipal socialista advierte de que el impacto en los momentos de máxima afluencia será como el de una ciudad de 2.000 habitantes. Advierten, al mismo tiempo, de que la profunda transformación del paisaje obliga a someter el proyecto a la evaluación del Ministerio de Cultura y de la UNESCO, para no poner en peligro la actual catalogación de Aranjuez como Paisaje Cultural Patrimonio Mundial. Sobre todo inciden en las “enormes dimensiones del hipódromo” (con graderío ocupa 119.913 metros cuadrados), y en su “nefasta situación, enfrente de los cortados fluviales, únicos en la región por su orientación y vistas al Tajo”. La Consejería de Medio Ambiente estudiará las alegaciones interpuestas y decidirá si incorpora alguna al proyecto. A continuación, redactará la Declaración de Impacto Ambiental en la que se tendrá que decidir si su voto es favorable o no al macrocomplejo.
"Quiero morirme en mi casa"
“Yo lo que quiero es morirme, en mi casa, donde llevo más de 50 años”, así de drástico se muestra Luis Olmo, vecino de los 32 inmuebles que se construyeron en la finca Dehesa Sotomayor en el año 1960. Las viviendas son de renta antigua y el proyecto prevé que sus inquilinos las tengan que abandonar. Luis abona 35 euros mensuales por su casa de unos 90 metros cuadrados, distribuidos en dos plantas. De momento, nadie se ha puesto en contacto de forma oficial con ningún vecino y solo conocen el proyecto “de oídas”.
Las casas, en buen estado de conservación, son de fachada de ladrillo y tejado de pizarra. Están situadas en un pinar a pocos metros de la Casa de la Monta, una edificación de una planta con una superficie construida de 5.382 metros cuadrados. La mandó edificar Carlos III en 1761, para albergar las antiguas caballerizas de la Real Yeguada de Aranjuez. En la décadas de los cincuenta y sesenta tuvo un uso limitado por haber desaparecido la yeguada. Posteriormente se destinó al Ejército del Arma de Caballería hasta que se abandonó. Ahora se piensa rehabilitar para usarlo como centro docente, de eventos culturales, alojamiento hotelero y restaurante. Sus desvanes albergan, al menos desde 1977, colonias reproductoras de murciélagos. Algunas en claro retroceso como las de murciélago ratonero grande. En 1988 se censaron 2.716 individuos, que en 2012 se habían reducido a 246 ejemplares.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.