Blasco se “enfadaba” cuando se rechazaba la ayuda a Cyes, según una excargo
La exjefa de servicio afirma que el presidente de la fundación le aseguró que ya tenía "todo hablado"
La técnico y exjefa de Servicio de la extinta Consejeria de Solidaridad, Teresa Clemente, ha afirmado que el entonces consejero y actual diputado No Adscrito en las Corts, Rafael Blasco, se "enfadaba" cuando se negaban a tramitar el acta de ayudas con la Fundación Cyes, y les llegó a decir que tenían que "confiar" en él, porque sabía que la entidad tenía "acreditada" la experiencia previa, requisito del que, sin embargo, "no había constancia", ha dicho.
Clemente se ha pronunciado así en su declaración, en calidad de testigo, en el juicio por la primera pieza del 'caso Cooperación', en la que se investigan presuntas irregularidades en la concesión de subvenciones por parte de la extinta Consejería de Solidaridad a la Fundación Cyes en el año 2008. Esta entidad recibió 1,6 millones de euros en ayudas para proyectos en Nicaragua, de los que solo llegaron a su destino 43.000 euros, puesto que el resto se destinó a la compra de cuatro inmuebles en Valencia.
Clemente, que comenzó a trabajar en la Dirección General de la consejería en el año 2003, donde permaneció hasta septiembre de 2008, momento en que fue cesada por Blasco, ha expuesto que había "interés" en la tramitación de los expedientes de la Fundación Cyes, y ha recalcado que la entonces secretaria general, Tina Sanjuán, "solo se centraba" en estas ayudas. También ha aseverado que Blasco "solo" se interesó por esta fundación y por estas subvenciones, algo que le parecía "raro".
Al respecto, ha comentado: "Recuerdo que había bastante insistencia por parte de Sanjuán respecto de ese expediente porque preguntaba por qué no se enviaba a la evaluadora, se acercaba incluso al Departamento y preguntaba dónde estaban esos expedientes, y decía que se tenían que remitir a evaluar. Yo decía que no porque no se cumplía con el requisito de la experiencia previa", ha narrado.
Frente a esta "insistencia", la testigo ha señalado que tanto ella como el resto de integrantes de la comisión técnica --integrada por Carmen Dolz, Sergio Aguado y Manuel Fornás-- hicieron saber "reiteradamente" que no se cumplía con el requisito de la experiencia previa.
"La palabra la tenía el consejero"
Así, hubo diferentes "conversaciones" al respecto, hasta que se les convocó a una reunión para el día 31 de julio con el conseller. "Nos convocó a las 19.00 horas, algo absolutamente no habitual porque era julio, el día 31, una tarde, y los funcionarios en julio no suelen trabajar". Preguntada por lo que ocurrió en ese encuentro, ha dicho: "La palabra la tenía el conseller".
La testigo, quien ha matizado en varias partes del interrogatorio que no pudo analizar toda la documentación ahora investigada, ha narrado que Blasco les preguntó por la Fundación Cyes, y les dijo que tenían que tramitar el acta, a lo que los técnicos le respondieron que la entidad no podía estar dentro de las ayudas porque no cumplía con la experiencia previa.
"Pero él insistía e insistía y decía que sabía que la fundación tenía el requisito, que teníamos que confiar en él, que teníamos que demostrar nuestra confianza porque había llegado a la conselleria y nos había permitido seguir con él aunque ya le habían dicho que éramos un mal equipo, y que ahora era el momento de demostrar esa confianza", ha reproducido.
Pese a estas palabras, los técnicos --ha proseguido-- insistían en que sin documentación sobre la experiencia, no podían dar su visto bueno. Y ha agregado: "Yo le citaba la base primera de la convocatoria de subvenciones, pero a esto él respondió que nosotros no podíamos interpretar las normas, que eso lo interpretaba él y el subsecretario -Alexandre Català--".
La reunión --ha aseverado-- "se prolongó mucho rato pero se decía siempre lo mismo". "Él se enfadaba cuando no le dábamos el visto bueno y no aceptábamos su criterio. Llegó a decir que teníamos que confiar en él, y que iba a revisar todos nuestros expedientes durante su periodo de vacaciones", ha apostillado.
A continuación, les pidió que se fueran a "repensar" el asunto, y así lo hicieron. Luego, cuando acabaron, les convocó a otro encuentro y le comunicaron que no podían dar su visto bueno. "Sé que en algún momento se nos dijo que lo hiciéramos, que el conseller respondía", ha expuesto. Y ha añadido: "Nunca había sucedido esto con ningún responsable de ninguna conselleria hasta el momento. Blasco no preguntó por ninguna otra fundación o proyecto", así que se sintió "presionada", pero "firme" en su convencimiento.
En el mes de agosto, ha explicado que la fundación presentó certificaciones de diversas municipalidades, de ayuntamientos de Nicaragua, que tenían "apariencia formal, de legalidad", por tanto los técnicos decidieron tramitar el acta. Seguidamente, ya en septiembre, le cesaron de su cargo "como consecuencia fundamental de esa reunión, por la discrepancia en la tramitación de la convocatoria", ha puntualizado.
Contacto con López
Clemente también ha contado que no conocía al presidente de la Fundación Cyes, Marcial López, aunque sí habló con él "una vez por teléfono": "Me llamó -ha narrado-- durante el periodo de trámite de procedimientos. Solo se centraba en esos dos expedientes -de Nicaragua--. Me llamó para decirme que no le pidiera más papeles porque él ya había presentado todo lo que tenía que presentar, y eso ya lo tenía hablado y resuelto con el consejero".
Por otro lado, la testigo, respecto a la compra de cuatro inmuebles de la fundación con cargo a las ayudas, ha expuesto que se requería a la fundación una oficina en la Comunidad Valenciana para poder hacer un proyecto fuera, pero la misma "no se tenía que financiar con los proyectos de cooperación, e incluso había un límite de gastos para los inmuebles dentro de las propias convocatorias", ha dicho.
También ha señalado que los inmuebles debían estar vinculados a la ejecución directa del proyecto, y que "nadie" le comentó que se fueran a destinar solo 43.000 euros a los proyectos en Nicaragua o que se iban a comprar cuatro viviendas en la ciudad de Valencia. Por último, la magistrada ha declarado impertinente una pregunta formulada por la defensa de Blasco, cuando le ha interpelado si Blasco es "santo de su devoción".
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