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Alicante: 720 toneladas de basura y una negociación estancada

Los trabajadores centran sus ofertas en los derechos sociales del convenio y en los despidos

La negociación que se desarrolla en la trastienda de la huelga de limpieza de Alicante está estancada. La primera reunión que sindicatos y la concesionaria del servicio, UTE Alicante, mantuvieron desde que empezó el domingo el paro de limpieza no fue a ningún sitio pese a que los trabajadores acceden a una congelación salarial de cinco años. En la última oferta presentada, ofrecieron tres. Además piden que no haya despidos objetivos.

Los sindicatos presentaron una oferta a la empresa en la que los trabajadores se congelan el salario durante cinco años en los que se mantendrá el convenio laboral. El convenio cumplió este enero casi 40 años, pero la empresa se descolgó de él el pasado 2 de enero, motivo que llevó a los trabajadores a convocar la huelga después de ocho meses de negociación.

Las transformaciones que sufriría el convenio, según su propuesta, no irían más allá de las modificaciones realizadas por la reforma laboral en materias como maternidad, categorías profesionales, etc . "Esto que proponemos es un esfuerzo titánico para nuestras familias y demuestra que no peleamos por dinero, sino por dignidad laboral", señaló Miguel Chinchilla, de la Federación de Servicios Públicos de UGT. Desde el sindicato CSIF, también recordaron que llevan dos años con la subida del IPC bloqueada.

Por su parte, UTE Alicante aceptó la oferta incluyendo varios puntos que el comité rechaza: no pagará más de 30 días por baja laboral (excepto enfermedades graves y maternidad) y solo se podrá disfrutar en verano de una semana de vacaciones por excesos de jornada.

Tras nueve horas y media de negociación sin llegar a un acuerdo, los negociadores se emplazaron a un reunión hoy a las 10.30 de la mañana.

Entretanto la basura se acumula. Desde que se paró la recogida, la estimación de los residuos acumulados en los contenedores está entorno a las 720 toneladas, según las cuentas municipales. De seguir la huelga la situación dinamitará la fachada de salubridad que mantiene la empresa centrando el esfuerzo de los servicios mínimos en el centro de la ciudad, donde dicen que se concentra el turismo: la plaza por la que se accede a la Concatedral está limpia, pero en el callejón trasero rebosan las bolsas negras.

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