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El club de fútbol municipal de Las Rozas se disuelve por sus pérdidas

La entidad deportiva está compuesta por 36 equipos con 600 jugadores

Esther Sánchez
Una persona asiste ayer a las actividades deportivas en el recinto del Club Deportivo Las Rozas.
Una persona asiste ayer a las actividades deportivas en el recinto del Club Deportivo Las Rozas.Carlos Rosillo

El Club Deportivo Las Rozas, que engloba a 36 equipos de fútbol con más de 600 jugadores y controlado por el Ayuntamiento, se encuentra en liquidación, debido a que su neto patrimonial es de menos 126.818 euros. Es decir la sociedad ha acabado con todo su patrimonio más ese importe. Los padres de los jugadores afectados, muchos pequeños accionistas de la empresa, arremeten contra el Ayuntamiento, en concreto contra el concejal de Deportes, Antonio Garde, que ha ocupado los cargos de presidente y vicepresidente de la entidad deportiva.

Según sus cálculos, las pérdidas de dinero público desde que se constituyó la sociedad en marzo de 2010 rondan los 600.000 euros. “La mala gestión ha hecho perder a los accionistas, además de mucho dinero, la ilusión y el entusiasmo por un club de fútbol en el que juegan nuestros hijos desde hace años”, sostiene uno de los progenitores.

El PSOE sostiene que con una buena gestión la sociedad habría sobrevivido

La decisión de disolver la sociedad se tomó en la junta general de accionistas de 30 de diciembre pasado. De momento, los equipos continúan jugando y, una vez que finalice el proceso liquidador, se determinará la forma jurídica para que pueda continuar adelante. El concejal de Deportes asegura que “van a seguir jugando al fútbol, pero será bajo otra forma jurídica, en la que no estará el Ayuntamiento”.

Los resultados negativos no han llegado de forma repentina. El informe de auditoría de las cuentas anuales a 30 de junio de 2010 ya advertían de que existían “factores de duda sobre la continuidad del negocio”. Los auditores señalaban que los resultados y los flujos de caja eran negativos, que el negocio necesitaba patrocinadores para continuar con el negocio y que existían contingencias fiscales por un importe significativo. Por todo ello concluían que “debido al efecto muy significativo de las incertidumbres” no podían expresar una opinión sobre las cuentas anuales del ejercicio. Las pérdidas en ese momento eran de 276.348 euros.

El Ayuntamiento invirtió 330.000 euros en acciones de la empresa

Además, se indicaba que había trabajadores sin contratar y sin estar dados de alta en la Seguridad Social. “Es verdad que esto pasaba, pero lo hemos ido regularizando en estos años”, asegura Garde. Aún así, el informe de auditoría de los dos últimos ejercicios firmado en noviembre del año pasado, destacaba que no se habían presentado las liquidaciones en la Agencia Tributaria por 51.771 euros. “Algo que ya se ha solucionado”, asegura Garde. Tampoco se habían depositado las cuentas anuales abreviadas en el Registro Mercantil del ejercicio cerrado a 30 de junio de 2013, ni se encontraban legalizados los libros de ese periodo.

Para el actual portavoz socialista en el municipio, Miguel Ángel Ferrero, el desenlace actual muestra lo equivocado de la decisión del PP. “Han realizado una gestión nefasta, y no pueden decir que les haya estallado por sorpresa, porque los datos estaban ahí”, puntualiza.

El edil señala que en el ejercicio 2010-2011 hubo unas pérdidas de 507.744 euros, con unos gastos de explotación de 640.000 euros. “¿Cómo es posible que no recortarán los gastos o redujeran el capital social en ese momento para poder salvar la sociedad?”, se pregunta. En los ejercicios posteriores, las pérdidas se atenuaron, aunque siguieron sumando. En 2011-2012 ascendieron a 58.660 y a 48.687 en el último ejercicio.

Ferrero también recuerda que, de momento, se han presentado dos demandas ante el juzgado de lo mercantil por accionistas que no están de acuerdo con las cuentas. Estos afectados y consideran que las decisiones que se tomaron en dos consejos de administración en los que se convocó la junta donde se decidió la disolución de la sociedad no son válidas.

Los afectados han creado la web www.amigoslasrozascf.es desde donde informan del desarrollo de la liquidación y vuelcan su opinión sobre lo ocurrido. “Lo que está claro, dicen, es que las actividades del club se mantendrán invariables a lo largo de todo el proceso de liquidación, porque la sociedad conserva todas sus capacidades”, explican. Será al final de este proceso, cuando el liquidador presentará a la Junta un balance con el proyecto de división entre los socios del “activo resultante”.

Sostienen que en la nota que el Ayuntamiento remitió a los accionistas se han cometido varios errores. En primer lugar, indican que el club no ha cambiado de forma jurídica comenzando a funcionar como club deportivo de base, solo por entrar en el proceso de liquidación. “Incluso la ley posibilita que los propios acuerden el retorno a la vida de la sociedad si desaparecen las causas de disolución”, aclaran. Finalmente, señalan que la sociedad tampoco “ha saneado las cuentas”. “Si así fuese, no habría causa de disolución”, opinan.

Marcha atrás con saldo negativo

Los socios del Club Deportivo Las Rozas, producto de la unión de varios clubes de fútbol del municipio, tomaron la decisión de convertirse en una sociedad anónima deportiva en 2008. El cambio se hizo realidad el 19 de marzo de 2010. El Consejo Superior de Deportes emite en julio de 2009 un certificado favorable para el cambio y fija un capital social de 550.000 euros.

El organismo da un plazo de nueve meses para que finalice la suscripción. Las acciones salen a la venta, pero no se consiguen cubrir en su totalidad, por lo que el equipo de Gobierno propone en pleno comprar 2.000 acciones por 200.000 euros, el 36% del capital social.

La propuesta sale adelante con los votos de los 16 concejales del PP, y en contra de los 8 ediles socialistas y uno de IU. A la oposición no le convencía la situación patrimonial del Previamente, el Consistorio había otorgado al club una subvención por 130.000 euros, que también se convertirían en acciones. Así, el municipio pasó a convertirse en el accionista mayoritario, con el 60%, de la entidad deportiva.

En ese momento el PP consideraba que la unificación de los clubes de fútbol de la localidad posibilitaría un mejor desarrollo deportivo de los chicos del municipio y que la fórmula de sociedad anónima deportiva era perfecta.

Aunque, como ahora recuerda Antonio Garde, edil de Deportes del municipio: “En aquel momento no teníamos ninguna intención de que el Ayuntamiento tuviera un club de fútbol, pero lo hicimos para que los chavales pudieran seguir adelante con el fútbol”. En la actualidad, Garde continúa al frente de dicha concejalía.

Tres años y nueve meses después, la sociedad anónima en la que se convirtió el CD Las Rozas se está liquidando. Los equipos continúan jugando y el Ayuntamiento asegura que facilitarán la creación de un nuevo club. Una marcha atrás, que ha dejado importantes pérdidas en el camino.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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