Una historia alemana en Mallorca
La excaja Sa Nostra se desprende de la finca santuario de la payesía de Mallorca que iluminaba desde 1973 a niños y agricultores
El santuario de la payesía de Mallorca ahora es alemán. Sa Canova, la finca agrícola experimental y con fines educativos, de 20 cuarteradas de extensión, entre Sa Pobla y Llubí, que la antigua caja de ahorros Sa Nostra cultivó en propiedad y gestionó durante 40 años, ya no es lo que era; como la misma caja. Es de Michael Popp y será una sede de su empresa Bionorica.
La excaja de Baleares es una rama de Banco Mare Nostrum (BMN) tras las fusiones frías, unidades virtuales, SIP (sistema institucional de protección) y un GEC (grupo económico consolidado). La donación del corazón de la caja no ha sido explicada, no tiene responsables.
Sa Canova era un valor en sus balances, no un activo tóxico adquirido en la verbena de la burbuja con la amistosa política de créditos. La posesión era patrimonio simbólico y modelo social. No lo devoró el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) ni se rebajó en el catálogo de ventas rápidas de la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria).
Michael Popp, que produce vinos y plantas medicinales, compra Sa Canova
El nuevo dueño Michael Popp, farmacéutico y empresario de productos de plantas medicinales de Nüremberg que se retrata con la canciller Angela Merkel, se titula profesor y científico de renombre internacional. Con los brazos abiertos entre naranjos, olivos y almendros se felicitó por la adquisición del huerto, las casas y la memoria de 40 años de 240 cultivos singulares y banco de bioplasma. Pagó más de un millón de euros por la propiedad y dice que “demuestra su gran compromiso en beneficio de la naturaleza de Mallorca”.
Popp pretende desarrollar su negocio con más plantaciones para extractos de uso farmacéutico y anuncia que quiere mantener la vertiente experimental-pedagógico-turística del enclave. Hay muchas variantes de árboles y plantas tradicionales, jardín botánico, invernaderos para planteles, flores y hortalizas.
Mientras fue de la caja, Sa Canova funcionó a modo de escuela y banco de pruebas, caja fuerte para variedades locales, semillero y mostrador de cultivos ejemplares. Su biodiversidad y la estación de meteorología abrieron los ojos a miles de niños y a generaciones de agricultores que acudieron a buscar respuestas, observar y tomar esquejes, simientes o plantones.
Sa Nostra fichó a Álvaro Middelmann y ampara
Sa Canova la gestó un tipo singular, Jaume Galmés de Rotana, ingeniero y empleado de la caja, que investigó la preservación y renovación de la realidad rural en extinción por la longevidad de sus agricultores. Allí continuó, con tres décadas de experiencia el técnico Pere Miralles.
El caso Sa Nostra / Sa Canova es un contraespejo y un embudo: lo que pasa y deslumbra y aquello que desaparece y se ignora porque es incorrecto explicarlo en el torbellino del menú informativo oficial.
“He comprado este biotopo único para ponerlo al servicio de la sociedad mallorquina” y “poder mostrar a los escolares su fascinante variedad”, predica Michael Popp que tiene una fundación para niños, Phytokids. Explota 70 hectáreas en Vinagrella, Llubí y Porreres, entre ordenados paisajes, donde cosecha plantas medicinales para su compañía multinacional. Los extractos se procesan en Consell, donde su marca patrocina los equipos de fútbol y balonmano.
Este hombre de 54 años adquirió al negociante Antonio Fontanet la granja Es Castellet, en Alaró. Transformó el entorno y sembró viña, adecuó la casa pastiche en una residencia y creó su marca de vinos Castell Miquel. Plantó una escultura gigante de piedra de Tony Craag que le costó como Sa Canova. Craag después expuso en Sa Llonja bajo la tutela del presidente balear José Ramón Bauzá, que fue invitado de Popp.
En la toma de posesión alemana de Sa Canova, sita en Sa Pobla, el alcalde Biel Serra celebró que Popp pondría al pueblo “en el mapa”. Pero Popp maneja otros conceptos geográficos turísticos. Para él Sa Canova “está ubicada a unos 10 kilómetros al sur de Alcúdia”. Sa Canova no se irá. Es un negocio alemán. Popp anuncia que producirá pimentón y aceite. Tiene envase y marca, falta el contenido.
Sa Nostra amamantó a Matthias Khün, vector del aluvión inmobiliario germano. Gracias a la caja tiene su chalé en Génova, Palma, que fue de Sara Montiel. En una caída de Khün la caja se quedó la casa y se la dejó en alquiler a Khün. La dueña de la caja BMN tiene un consejero, Álvaro Middelmann, aupado por el prócer José Ramón Bauzá tras salir de Air Berlin.
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