Las conexiones esperadas

El centro de Sevilla estaba en Navidad que parecía Semana Santa, repetían los sevillanos. Hace unos años no había tanto ambiente y puede que en parte se deba al funcionamiento de la línea 1 del metro, que une el casco histórico de la ciudad con Mairena del Aljarafe y Dos Hermanas. En diciembre, la media diaria de viajeros ha sido de 42.595 usuarios, mientras que la media anual en 2013 quedó en 38.051 usuarios al día. Estas conexiones interurbanas también se prometieron en legislaturas anteriores a otras localidades de la periferia, pero, de momento, no se han ejecutado. Las áreas metropolitanas que sí van a continuar los trámites para la puesta en marcha de conexiones por carriles son las de Málaga, Granada y Bahía de Cádiz, para las que la Junta ha previsto un presupuesto, —junto a la explotación del metro de Sevilla—, de 356,9 millones de euros en 2014, lo que generará empleo directo e indirecto a 2.500 trabajadores.

En Málaga ya está casi todo a punto y solo faltan las últimas pruebas. Pero no hay fecha de inauguración definitiva, tras más de cinco años de retrasos. Lo que sí hay es un acuerdo aprobado en noviembre por el que el alcalde, Francisco de la Torre, aceptó que un tranvía conecte en superficie el centro con el Hospital Civil en la prolongación hacia el norte de la línea 2. Por otro lado, la Consejería de Fomento compensará con 32 millones de euros los gastos de obras en movilidad sostenible financiados por el Ayuntamiento.

En Granada, el Banco Europeo de Inversiones ha retomado en diciembre el metro de la ciudad. Ha llegado a un acuerdo con la sociedad adscrita a la Consejería de Fomento por el que se aprueba una segunda línea de financiación, de 130 millones de euros y una operación con banca comercial, por valor de 85,5 millones de euros. El delegado de Fomento en la provincia, Manuel Morales, declaró en diciembre que este contrato suponía un “impulso definitivo”.

Mientras, el tranvía de Jaén cumplirá el próximo mes de mayo tres años desde que se finalizó y se paralizó, pues apenas circuló unos días en pruebas. Tras una inversión del Gobierno andaluz de 120 millones de euros y una transformación urbanística de la ciudad jiennense, el sistema tranviario fue abandonado por el gobierno local, del PP, desde que llegó al poder en mayo de 2011. “El tranvía es un gran problema de presente y de futuro, en su financiación y en su funcionamiento”, señaló en días pasados el alcalde jiennense, José Enrique Fernández de Moya, que en julio de 2013 entregó las llaves de los cinco vagones a la Junta al alegar que el Ayuntamiento no puede asumir un coste anual de seis millones de euros en su mantenimiento.