Fabra teme que la corrupción enturbie la mejora de los indicadores económicos

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, expresó este martes su temor a que los escándalos de corrupción que azotan al PP y que empiezan a llenar las salas de los juzgados acaben por enturbiar la mejora de la situación económica. La baza a la que el jefe del Consell fía sus opciones para seguir gobernando tras las elecciones de mayo de 2015.

Fabra, que pronunció una conferencia en Valencia en el Fórum Europa, admitió: “Sé que este año que acabamos de iniciar traerá consigo una importante carga judicial, que centrará la atención mediática, y soy consciente de lo que esto significa para la imagen de la Comunidad Valenciana”. “Yo me comprometo a que esta situación no se vuelva a producir”, prosiguió Fabra, “pero nuestro objetivo es centrarnos en lo que verdaderamente nos ha de sacar de esta situación: la economía, la financiación autonómica, las infraestructuras y sobre todo el empleo”.

A esa misma hora, se iniciaba en el TSJ el juicio contra la cúpula de la extinta Consejería de Solidaridad por el saqueo de los fondos de cooperación, mientras Consuelo Ciscar, directora general del IVAM y esposa del principal imputado, el exconsejero Rafael Blasco, atendía las explicaciones del jefe del Consell, que evitó cualquier referencia explícita a los escándalos.

El jefe del Consell se enfrenta a Monago por criticar la ley del aborto

Fabra se esforzó por intentar convencer al auditorio de que la crisis ha quedado atrás. “El ciclo económico de la Comunidad Valenciana ya ha cambiado y lo ha hecho para quedarse”, aseguró el jefe del Consell que admitió, acto seguido, que para la Generalitat será imposible mantener los servicios básicos sin un nuevo auxilio financiero del Gobierno.

“La Comunidad Valenciana está infrafinanciada”, prosiguió Fabra, “No cubrimos ni los gastos en educación y sanidad. El desequilibrio de las cuentas es inasumible”.

El jefe del Consell aseguró que para finales de este año el Gobierno debería estar en disposición de presentar un nuevo sistema de financiación autonómica. “Si no es posible, pedimos que haya un fondo de nivelación. Un fondo adicional para cubrir los gastos en educación y sanidad”, indicó Fabra, que adelantó que su Gobierno no cumplirá con el objetivo de déficit del 1,6% del PIB en 2013.

Críticas a Almunia por las condiciones para la venta de la Ciudad de la Luz

“Si nos hubieran dado lo mismo que a la media o para cubrir el gasto de educación y sanidad estaríamos entre las autonomías que van a cumplir con el objetivo dado por el Gobierno”, remachó el presidente.

Alberto Fabra reconoció que el déficit de inversiones por parte del Gobierno y la financiación deficiente han minorado las posibilidades de la Comunidad Valenciana.

Sin embargo, Fabra evitó polemizar con otros barones regionales del PP sobre el tema de la financiación. Una tentación que no evitó al ser interpelado por la ley del aborto que impulsa el Gobierno de Mariano Rajoy. En este asunto aprovechó para arremeter, sin mencionarlo, contra el presidente de Extremadura, el también popular José Antonio Monago. “Mañana en el comité ejecutivo del PP nacional vamos a ver si los que han levantado la voz luego lo expresan allí”.

“Alguno [Monago] quiere quedar bien con quien apoya a su Gobierno [Izquierda Unida] y no con quienes le están votando”, reprochó Fabra a su correligionario, con quien ha entablado ya varias polémicas públicas.

Monago en Extremadura, tras ser interpelado por las afirmaciones de Fabra, ironizó sobre si esa había sido la última ocurrencia de Fabra. “Yo estoy en que en que los grandes temas hay que hacer un esfuerzo”, prosiguió, ¿Eso es malo, eso se puede criticar, eso es ser un barón rojo, o eso es aplicar el sentido común y lo que nos dicen los ciudadanos? A ver si es que el más centrado del PP soy yo y son los demás los que están un poco confusos con este tema”.

En el turno de preguntas, Fabra también fue interpelado por el futuro de la Ciudad de la Luz. El presidente de la Generalitat arremetió contra el comisario europeo de la Competencia, el español Joaquín Almunia, que se opone a que los estudios cinematográficos se puedan vender en conjunto y presiona para que la venta se haga por bloques.