El PP augura un final de mandato difícil para Xavier Trias
Los populares acusan al edil de convertirse “en una marca blanca de los gobiernos tripartitos” El alcalde de Barcelona tendrá que buscar nuevos aliados si pierde el respaldo del PP
El líder del PP en Barcelona, Alberto Fernández Díaz, ha augurado un final de mandato difícil para el alcalde Xavier Trias, a quien ha acusado de haber perdido la “el perfil transversal” con el que se presentó en las pasadas elecciones. Según el dirigente popular, Trias “no está haciendo realidad el cambio” que prometió y se ha convertido “en una marca blanca de los gobiernos tripartitos”.
Las críticas del líder popular son especialmente significativas, ya que hasta ahora el alcalde Trias ha contado con los votos del PP para tirar adelante medidas muy importantes, como los presupuestos, la modificación del Plan de Usos de Ciutat Vella o el aumento de terrazas en la ciudad. Perder a Fernández Díaz como socio obligará al alcalde a buscar nuevas alianzas nada fáciles para terminar el año y medio de mandato que todavía falta. Para aprobar los presupuestos de 2014, el alcalde ha tenido que recurrir a una cuestión de confianza, ya que sólo tenía el apoyo de Unitat per Barcelona (la siglas de ERC en Barcelona), pero con sus votos no llega a la mayoría.
Fernández Díaz incluso ha llamado “alcalde absolutista” a Xavier Trias, por haber aprobado los presupuestos del 2014 sin ningún debate previo. El dirigente popular ha reclamado la celebración de un pleno extraordinario sobre el “estado de la ciudad” o que este sea uno de los puntos ordinarios del próximo pleno pero con la participación ineludible de Trias. Para Fernández Díaz es necesario que Trias “diga cuáles son sus prioridades y las defienda” en sede parlamentaria.
El líder popular también acusa al alcalde por “haber renunciado a ser exigente con el Gobierno de la Generalitat y el del Estado” y ha asegurado que no defiende suficientemente los intereses de los barceloneses.
Fernández Díaz también ha cargado contra el PSC, un partido que, según considera, “está más pendiente de las elecciones primarias que de Barcelona”. En esta nueva etapa que ahora comienza, el dirigente popular se siente “el líder de la oposición” ya que el “desbarajuste” de los socialistas les deja fuera, desde su punto de vista.
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