“Sentí vergüenza y alivio al ver a la Policía en la sede del PP en Génova”
El dirigente popular defiende que la reforma del aborto se vote "en conciencia"
El portavoz parlamentario del PP vasco y presidente del partido en Gipuzkoa, Borja Sémper, confiesa que sintió "vergüenza y alivio" cuando observó la imagen de la Policía en la sede central de su partido, en la madrileña calle de Génova, en busca de los documentos reclamados por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que instruye el caso de los papeles de Bárcenas.
Sémper explica, en una entrevista con Efe, que tuvo una sensación de "vergüenza" porque "obviamente" no le gusta "y no es un buen síntoma" que "la Policía entre a registrar la sede de un partido político". Pero al mismo tiempo experimentó "alivio" porque "cualquiera que pueda tener alguna sombra de sospecha sobre el PP probablemente con esta intervención la vaya a despejar".
El portavoz popular está seguro de que el caso Bárcenas no es un "caso PP" y que el pecado de su partido fue otorgar el poder como tesorero a "un actor con mucha caradura y muchas ganas de enriquecerse a través de la política".
Aunque rechaza que el fondo de la cuestión resida en la financiación ilegal de su partido, sí admite que, tras las primeras regulaciones sobre el funcionamiento de las formaciones políticas, "hoy hace falta una nueva vuelta de tuerca en el sistema de financiación de los partidos políticos". "Deberíamos avanzar en transparencia, lo que implica que las donaciones, el apoyo de particulares y empresas a los partidos, a todos, sean mucho más transparentes y ocupen más porcentaje en la financiación de los partidos que el dinero público", defiende.
El mismo rasero, opina, debería aplicarse a los sindicatos "que se financian fundamentalmente de dinero público" y algunos de ellos "han creado verdaderos chiringuitos de los que se benefician las cúpulas de dirección".
Convencido de que "cuanta menos regulación exista sobre cosas que afectan a la libertad del individuo, mejor", el parlamentario vasco defiende las bondades del proyecto de ley de Seguridad Ciudadana, aunque opina que las cuantías de algunas sanciones son "un poco altas".
Hoy hace falta una nueva vuelta de tuerca en el sistema de financiación de los partidos políticos"
También lamenta que la primera ley de educación que aprueba un Gobierno del PP, que considera necesaria para "atajar cuestiones que no funcionan", haya nacido sin consenso: "Veo una incapacidad manifiesta en los dos grandes partidos para ponerse de acuerdo en las grandes materias que afectan no sólo al presente, sino al futuro", reflexiona.
Respecto a la política vasca, Sémper observa con escepticismo el debate sobre el autogobierno que se avecina en Euskadi, aunque su partido participará en la ponencia parlamentaria que lo abordará con el ánimo de "confrontar dos modelos" para el País Vasco: "El del PNV, que es llegar a la independencia, porque la cabra tira al monte, y el del PP, que es la interconexión, buscar lo que nos une, buscar más sinergias y más complicidades con el resto de España y de Europa".
Sémper admite que hay aspectos de la reforma de la ley del aborto que plantea el Gobierno de Rajoy que "no le gustan" y defiende que el proyecto se vote "en conciencia" porque "los partidos políticos no deben ser sectas".
El portavoz popular no cree "en un Estado que se meta en la vida de las personas hasta el punto de imposibilitar tomar decisiones sobre su propia vida". Pero al mismo tiempo, coincide con el Gobierno en que los poderes públicos "tienen que garantizar la vida de aquellos que no se pueden proteger". "La clave está en el equilibrio, en respetar el derecho de una mujer a decidir sobre su propio cuerpo y su propia vida y hacerlo compatible con proteger a quien no puede hacerlo", manifiesta.
El dirigente popular considera que el anteproyecto de ley debe "afinar un poco más" en lo relativo al supuesto de malformaciones en el feto. El líder de los populares vascos sí considera oportuna la reforma porque "en España el aborto era técnicamente libre", por lo que quien se opone a la actual legislación tiene "argumentos" para hacerlo. Sin embargo, expresa sus dudas al añadir que "es paradójico" porque se han hecho públicas "informaciones que dicen que el aborto ha descendido en el último año".
En su opinión, cada diputado deberá votar el proyecto de ley "en conciencia": "Hay materias sensibles que, por sus particularidades y sensibilidad, que afectan a cómo entiendes la vida, como es este caso, o cómo entiendes el derecho del no nacido, en las que creo que debe prevalecer la conciencia". Preguntado sobre si el PP debería otorgar libertad de voto a sus parlamentarios en esta cuestión, Sémper considera que "la grandeza de la disciplina de voto es cuando la rompes porque crees que la tienes que romper, no porque te lo permiten".
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