Díaz remite a una norma “nacional” para garantizar el suministro vital

La presidenta de la Junta de Andalucía, la socialista Susana Díaz, defendió ayer que debe ser el Gobierno central el que dicte medidas para combatir la pobreza energética y no las comunidades autónomas por su cuenta, como propone Izquierda Unida, su socio de coalición. “Hemos abierto un debate para garantizar los suministros vitales básicos de las familias. Eso no tiene que ser un debate de Cataluña y de Andalucía sino un debate nacional, con una normativa nacional, que se homologue a la de otros países como Francia para que en periodos de frío no se corte el suministro de luz”, afirmó en una entrevista en la SER.

La posición de Díaz choca con la que mantienen sus socios de Gobierno. El vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, de Izquierda Unida, pretende regularla mediante decreto ley en el plazo de seis meses. La Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales que también dirige trabaja desde agosto en un proyecto elaborado por profesores de las dos universidades de Sevilla, con el que pretende asegurar un mínimo de agua (3.000 litros al mes) y de electricidad (1.400 kilovatios al año) a hogares sin recursos.

El Gobierno catalán aprobó el pasado lunes un decreto ley que impide los cortes energéticos entre noviembre y marzo de las familias más necesitadas.

Díaz reconoció que la iniciativa de Valderas es “un compromiso del Gobierno de izquierdas”, pero a renglón seguido insistió en que es “un debate nacional” en el que las comunidades “no pueden poner parches”.

La presidenta andaluza también aludió a su rechazo a aprobar una tasa a las grandes superficies como defiende su socio de Gobierno. Díaz explicó su oposición, pero también dejó abierta la puerta a implantarla. “Trasladé en primera persona a las grandes superficies que ese impuesto iba ligado al empleo. Ellos lo tasan en mil empleos. Si ese compromiso es firme y no se destruye, el Gobierno andaluz tendrá que responder, pero si no es así nos plantearíamos [la tasa]”.

Respecto al futuro acuerdo de concertación, Díaz “no descartó” que haya presencia de nuevos interlocutores. Para la presidenta andaluza “con los ojos de hoy, ha habido luces y sombras” en estos pactos que datan de 1993. “Lo vamos a abrir en canal, lo vamos a revisar. Aquello que haya funcionado, continuará y lo que no, se cambiará”, aseguró Díaz, quien confió en que el PP “ayude” en este proceso.

Preguntada por la crisis en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), cuya cúpula directiva ha sido imputada por estafa en la construcción de viviendas de protección oficial, Díaz le pidió, como al resto de organizaciones que se relacionan con la Administración, “transparencia y firmeza en aquello que no se haya hecho bien y que se depuren responsabilidades”.

La presidenta andaluza admitió que “le duele que Andalucía sea noticia nacional por cuestiones de corrupción cuando puede serlo por otras cosas” en las que la comunidad está a la vanguardia. Proclamó una vez más su decisión de ser “implacable” contra la corrupción y apostó por “depurar responsabilidades”. “No quiero que la imagen de Andalucía se relacione con la corrupción, porque no es cierto. Hay miles de andaluces que se levantan todos los días para que Andalucía sea una tierra de confianza”, destacó.

La presidenta reiteró en que “en absoluto” cotempla un adelanto electoral. En su opinión, la comunidad “necesita estabilidad” para poner en marcha un nuevo modelo productivo. Según Díaz, 2014 puede ser un año “importante” para la creación de empleo y una convocatoria electoral “complicaría” esa recuperación.

Respecto al debate soberanista de Cataluña, la líder del PSOE aseguró que “todos” tienen que ceder. “El primero, el presidente del Gobierno abriendo el debate de la reforma de la Constitución donde se reconozcan las singularidades y se garantice la igualdad de los ciudadanos”, destacó. Para Díaz, a España “le falta pacto” y le sobra “crispación e imponer las cosas por las bravas”.