El presidente de la Audiencia de Castellón renuncia a la reelección

El presidente de la Audiencia de Castellón, Carlos Domínguez, no optará a la reelección después de diez años en el cargo. Domínguez ha alegado "motivos personales" para no repetir y ha reconocido que el caso Fabra es una de las causas por las que ha tomado la decisión al asegurar que "obviamente" ha sufrido un desgaste después de diez años estando en el punto de mira (llegó a la presidencia pocos meses antes de que se presentara la denuncia contra el expresidente de la Diputación, Carlos Fabra). "Muy a mi pesar he estado en primera línea (del caso Fabra) y esto psicológicamente se tiene en cuenta porque va haciendo mella", ha admitido este miércoles desde su despacho en la Audiencia. Dominguez aclara que, no obstante, no es este el primer motivo por el que ha optado por no volver a presentarse.

"Son ya diez años y es tiempo más que razonable, soy coherente con mis afirmaciones y no creo en los cargos vitalicios o cuasi vitalicios, sé que hay compañeros capaces y que merecen el puesto", ha dicho. Domínguez optó recientemente a un puesto como vocal en el Consejo General del Poder Judicial. Ahora, asegura que su opción pasa por quedarse de magistrado en Castellón y esperar a que salga una plaza que le interese.

Carlos Domínguez renunció el pasado mes de junio a juzgar a Carlos Fabra debido a su trato "afable, cordial y cortés" con el también expresidente del PP de Castellón, tal y como reconoció en el escrito en el que justificaba su retirada. El magistrado dirige la Sección Primera de la Audiencia, la misma que dictó resoluciones para evitar que Fabra fuera juzgado por cohecho.

El juez instructor del caso, Jacobo Pin, llegó a pedir amparo al CGPJ después de que esta Sección rebatiera sus decisiones. Pin habló de "perturbaciones" a su independencia y señaló a la citada sección. "Soy consciente de que puede parecer inusual que un miembro del Poder Judicial acuda en amparo ante el Consejo contra un órgano judicial superior, pero es evidente que la presente perturbación de mi independencia, que debe velar mi actuar, no es una mera cuestión jurisdiccional", denunció.

Domínguez se ha pronunciado también este miércoles sobre esta decisión del juez que acabó la instrucción del caso después de diez años y sentó a Carlos Fabra en el banquillo. "Para mí fue una sorpresa y un disgusto enorme, sobre todo porque cabía recurso como luego se vio", ha dicho. Según el magistrado, el recurso se personalizó en su figura "pese a no formar parte de la decisión" y que derivó en una "convulsión a nivel nacional". "Fue un episodio lamentable", ha dicho. Domínguez no ha querido pronunciarse sobre la sentencia que ha condenado a Fabra a cuatro años de prisión por otros tantos delitos contra la Hacienda Pública. "He procurado estar siempre al margen".