Detenido por degollar al padre adoptivo de su hermano
El fallecido ha sido hallado en su casa de Tres Cantos con una herida incisa en la garganta El arrestado residía en el chalé de enfrente del de la víctima
Una truculenta historia se vivió ayer en Tres Cantos (41.300 habitantes). Un extrabajador de la compañía Telefónica, José María del Pozo, de 64 años fue hallado muerto en el salón de su chalé, en la urbanización Vitra, en el centro de la localidad. Agentes de la Guardia Civil detuvieron instantes después a Aleksander S. P., de 23 años y hermano biológico de un hijo adoptado de la víctima, ambos de nacionalidad ucrania. Se le considera el supuesto autor de la puñalada en el cuello que le costó la vida. El hallazgo del crimen se produjo gracias al hijo biológico de la víctima, ya que se alarmó porque su padre no respondía a sus continuas llamadas ni el lunes por la noche ni ayer por la mañana.
El hijo biológico, que reside en Cuenca y que pertenece a la Legión Extranjera francesa de la que había regresado hacía poco tiempo, avisó entonces a un vecino para que comprobase lo que ocurría. El residente se acercó al número 63 de la calle del Laurel y desde fuera vio que parte del salón estaba parcialmente revuelto. Decidió avisar entonces a la Guardia Civil.
Al lugar acudió una patrulla que, tras ver que no respondía nadie a la puerta, requirió la presencia de los bomberos de la Comunidad de Madrid. Cuando estos abrieron la puerta tras derribarla, hallaron a la víctima en medio del salón boca arriba y degollado. Los facultativos de una UVI móvil del Summa certificaron el óbito sin manipular el cadáver, ya que llevaba varias horas muerto, según informó un portavoz de Emergencias 112. Tan solo apreciaron una cuchillada en el cuello.
Las primeras investigaciones apuntan a que Del Pozo pudo fallecer la tarde o primera hora de la noche del lunes. Había un reguero de sangre que iba desde la puerta de entrada hasta el lugar donde estaba el cadáver. Las gotas ya se habían coagulado.
Al lugar acudieron los especialistas de Criminalística y de Homicidios de la Guardia Civil, que comenzaron a interrogar a los residentes y a las personas más próximas a la víctima. Coincidencias de la vida, justo en la hilera de chalés de enfrente, en el número 50, residía Aleksander S. P., que es el hermano biológico de un hijo que adoptó José María del Pozo hacía unos ocho años. Este regresó hace unos tres meses a su país natal. Según algunos residentes y fuentes de la investigación, era un consumidor habitual de estupefacientes, lo que había mermado las relaciones con su padre. Al final, decidieron que era mejor su regreso a Ucrania.
Aleksander fue trasladado junto con el vecino que avisó a la Guardia Civil, en principio, como testigo a la comandancia del instituto armado, que se encuentra en el propio Tres Cantos. Sin embargo, ya allí se le leyeron sus derechos y se le comunicó que estaba detenido como presunto autor de un delito de homicidio.
Las primeras hipótesis apuntan a que el supuesto autor mantuvo una fuerte discusión con su víctima en el interior del chalé. Parte de la planta baja estaba revuelta, según fuentes de la Guardia Civil. Anoche se desconocían los motivos. Los agentes de Homicidios están a la espera de poder interrogar hoy por la mañana al detenido para que explique lo sucedido. Todo apunta a que pudo deberse a una riña por su hermano ucranio.
La Guardia Civil halló el arma homicida, un cuchillo de cocina, cerca del cadáver. La cerradura tampoco estaba forzada. Los agentes de Criminalística hicieron una inspección ocular para recabar muestras que permitan la incriminación del detenido. La titular del Juzgado de Instrucción de Colmenar ordenó el levantamiento y el traslado del cadáver a las 15.30.
La noticia del fallecimiento del exempleado de Telefónica sorprendió a los vecinos de esta zona tranquila de Tres Cantos, en la que no hay ningún tipo de incidentes. Residía en esta zona desde 1994. Había estado casado, pero se separó de su mujer. “Era muy buena persona y ante todo muy tranquilo. Se llevaba muy bien con todo el mundo”, reconocieron varios residentes. Según estos, era frecuente verle con su bicicleta desplazarse por el municipio para hacer recados. También utilizaba las dos ruedas para practicar deporte todos los días.
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