Tom Wolfe deplora la crisis de credibilidad del periodismo

Era de esperar que el padre del Nuevo Periodismo hablara de eso, de periodismo, y lo hizo en términos poco menos que catastrofistas. Tom Wolfe presentó ayer en La Pedrera de Barcelona, inconfundiblemente ataviado como el dandi que es, su nueva novela, Bloody Miami (Anagrama y en catalán Columna), y aprovechó para deplorar que la crisis de credibilidad del preiodismo “no puede ser peor”.

El autor de algunos de los textos que más impacto han tenido en la formulación del periodismo contemporáneo señaló que la profesión se encuentra en un momento de grandes dificultades y cuestionó que el periodismo digital pueda coger el testigo del Nuevo Periodismo, que requiere, dijo, espacio y muchos detalles. Lamentó que hoy en día la gente solo quiera escuchar “lo que le dicen en la oreja” y que lo que está impreso en tinta se haya vuelto poco creíble. Ironizó con que si un joven es visto hoy en EE UU con un diario de papel “se muere de vergüenza y se le tacha de anticuado”.

Durante la rueda de prensa, Wolfe, que no obstante recordó la grandeza del oficio, se convirtió él mismo en entrevistador y lanzó preguntas a los presentes sobre el fin de la nobleza en España, la monarquía, la Unión Europea y la caída de Barcelona al final de la Guerra Civil. Preguntado sobre el soberanismo y la posible independencia de Cataluña, el autor de La hoguera de las vanidades dijo: “Si Nueva York tiene un alcalde blanco casado con una intelectual afroamericana que antes decía que era lesbiana y con un hijo con peinado afro quiere decir que el mundo está cambiando y también os podría pasar a vosotros”.