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Los presos en Francia aceptarán control telemático para la libertad condicional

La banda modifica su decisión tradicional sobre beneficios penitenciarios El acuerdo no incluye a los reclusos en España

Los presos de ETA en Francia podrán aceptar el control telemático y el pago de las indemnizaciones a las que estén condenados para poder acceder a la libertad condicional. Esta decisión modifica la postura tradicional de la banda terrorista, que había prohibido a sus militantes la aceptación de estas exigencias legales.

El cambio se ha producido en el debate abierto en los últimos meses en el seno de los presos de la banda. En las conclusiones de ese debate, a las que ha tenido Vasco Press, se establece la aceptación de la pulsera de control telemático en Francia para poder acceder a la libertad condicional, así como el pago de las indemnizaciones que tengan pendientes los reclusos. Los acuerdos no incluyen a los presos en cárceles españolas.

Tradicionalmente, ETA ha prohibido a sus miembros aceptar la libertad condicional bajo control telemático, aunque en los últimos años había flexibilizado esa postura para los reclusos con enfermedades graves. El pasado 25 de marzo, sin embargo, una reclusa etarra en Francia, Argi Perurena, salió de prisión después de 14 años tras aceptar estar sometida a control telemático mediante una pulsera.

El control telemático como condición para obtener la libertad condicional ha sido sistemáticamente rechazado por ETA en los últimos años. Una comunicación dirigida a los presos en 2007 señalaba que "el confinamiento es otra forma de control, igual que la pulsera electrónica, el tercer grado o los permisos (...) El Estado nos dice dónde hay que vivir, lo que podemos hacer, lo que no... y eso en nuestra opinión, es tan humillante como el resto de cosas. Además en los términos que sé plantea hoy en día no lo deberíamos aceptar".

Otro documento elaborado en 2009 establecía de manera clara que "no se aceptará la pulsera" de control para obtener la puesta en libertad. Ese mismo año, el 5 de julio, los presos de ETA difundieron un comunicado en el que hacían referencia a la puesta en libertad por enfermedad grave de dos reclusos, Mikel Gil Cervera y Bautista Barandalla, que habían salido de prisión sometidos a control telemático.

El comunicado de los presos consideraba que la pulsera electrónica era un mecanismo "para el control político" y que resultaba inadmisible, aunque en el caso de Barandalla y Gil parecían hacer una excepción "dado que está en juego su vida".

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En octubre de 2011 la dirección de ETA envió otra comunicación a las cárceles en las que se aceptaba salir de prisión con pulsera telemática "en el caso de enfermedad grave". "Se valorará en otros casos especiales", añadía.

Sobre el pago de indemnizaciones, el debate se ha limitado a la situación de los presos en Francia al considerar que las leyes españolas ponen "otras condiciones que son insuperables por delante de la compensación de daños causados: el arrepentirse, el perdón y la denuncia".

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