Despliegue policial en el barrio de Sant Joan de Figueres
Los agentes se incautan de 2152 plantas de marihuana, detectan que el 60% de las casas están conectadas ilegalmente a la red eléctrica y detienen a siete vecino por tráfico de drogas
Los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana de Figueres han llevado a cabo un dispositivo que pretende, entre otras cosas, actualizar el padrón municipal en el barrio de Sant Joan y en el del Culubret. Aprovechando esta circunstancia, intentan prevenir delitos contra la salud pública, ante la posible existencia de plantaciones de marihuana en algunas de estas viviendas y a la vez mantienen vigente el dispositivo de garantizar la seguridad al barrio desde el crimen del 1 de noviembre que enfrentó a dos clanes gitanos.
Una treintena de efectivos entre mossos y guardia urbana, ocho dotaciones del Área de Recursos Regionales Operativos (ARRO) y de la Brigada Móvil, han realizado este triple operativo, mientras un helicóptero controla toda la operación desde el aire. También les ha acompañado un técnico de la compañía Fecsa-Endesa, que es el encargado de determinar si algunos de los contadores pueden dar muestras de tener un consumo por encima de lo habitual. Esto podría ser una señal de que en el interior de aquel domicilio puede estar alimentándose una plantación de marihuana.
El Ayuntamiento de Figueres ha decidido actualizar el censo del barrio de Sant Joan y del Culubret tras años sin ponerse al día. Este procedimiento es fundamental si el objetivo municipal es, como ya avanzó la alcaldesa Marta Felip, tras el asesinato de un joven gitano a las puertas del cementerio por una reyerta entre familias, “actuar” en este barrio, con altos índices de conflictividad.
Los agentes se han situado en los accesos de los barrios y, tras registrar ocho viviendas, han localizado 2152 plantas de marihuana y han detectado que el 60% de los inmuebles están conectados ilegalmente a la red eléctrica. Los Mossos han imputado también a siete personas por tráfico de drogas, mientras que la Policía Local se ha centrado en actualizar el censo de los habitantes que residen en el barrio.
Felip ya avanzó después del crimen que debía crearse una comisión para diseñar la transformación de este barrio. Según ella, el futuro de Sant Joan pasa por “planificarse en el nuevo POUM”, que se ha empezado a tramitar. El objetivo es “que quede integrado dentro la reforma urbanística que comprenda no sólo el barrio de Sant Joan, sino también el entorno de la nueva estación y hasta el Culubret”. La alcaldesa ya reconoció que esta intervención debería ser a medio plazo y que el Ayuntamiento no lo podría hacer solo. Figueres debe liderar el proyecto, pero debe hacerse sumando sinergias con la Generalitat, algo que apuntó que, hasta ahora no se ha hecho. Ahora ya se ha puesto hilo a la aguja.
Aprovechando la actualización del censo, los agentes buscan posibles plantaciones de marihuana en el interior de domicilios y locales de este barrio. Además, desde el pasado 1 de noviembre, mantienen vigente el dispositivo para prevenir la integridad de las personas que viven en este barrio, para reprimir posibles represalias entre clanes.
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