El PNV concita voluntades para una ponencia del nuevo estatus “sin prisas”

El PNV se ha asegurado la voluntad de EH Bildu y del PSE-EE — este jueves espera conseguirla del PP— para la creación de una ponencia en el Parlamento vasco que aborde “sin prisas” su iniciativa de un nuevo estatus político, aunque ambos partidos de la oposición, desde argumentos muy diferentes, son reticentes a su viabilidad. Los nacionalistas han descartado ya la opción de una comisión de trabajo porque sus sesiones serían abiertas.

Para cumplir con su propuesta electoral de llevar este debate a la Cámara antes del actual período de sesiones, y que el propio lehendakari, Iñigo Urkullu, hizo suya en el debate de investidura, el PNV activará con urgencia una iniciativa para introducir como proposición no de ley su propuesta de ponencia. Una vez cumplido este compromiso, la tramitación debería esperar a la convocatoria de un pleno, previo paso por la Mesa, ya en el próximo mes de febrero, posiblemente según dispone el calendario legislativo.

Más allá del procedimiento y sus plazos, el auténtico propósito que ahora alberga el PNV es conocer el grado de aceptación que su iniciativa despierta en el resto de formaciones que evaluará tras la ronda de contactos iniciada el pasado martes con el PSE-EE, y que cerrará este jueves con el resto de grupos. Los nacionalistas no quieren pisar el acelerador en estas reuniones, a las que acuden con el único propósito de concitar un punto de partida que no desbarate el arranque siquiera de la ponencia. Tampoco han mostrado especial preocupación por las exigencias de máximos que aireó EH Bildu por medio de un comunicado dos días antes de su reunión  y en las que apostaba por rescatar los acuerdos de Loiola durante la tregua de ETA que acabó en la voladura de la T-4 de Barajas y el preámbulo del plan Ibarretxe sobre el derecho a decidir del pueblo vasco.

De hecho, el PNV advierte a la coalición soberanista de que no les “va a marcar el ritmo” con este tipo de proclamas y que tampoco les “preocupa” que desarrolle otras iniciativas fuera del Parlamento como es previsible con grupos afines. En medios nacionalistas se cree que con la proyección de sus reivindicaciones, EH Bildu “ha querido adelantarse a lo que pensaban que sería la propuesta definitiva de nuestro modelo del nuevo estatus”, dijeron ayer a este medio a modo de “marcar territorio”.

El PNV únicamente está empeñado ahora en “cómo” empezar el debate en la futura ponencia, consciente de las posiciones encontradas que existen y hasta el punto de que aceptaría “como mal menor” que la redacción de su iniciativa en el Parlamento fuera calificada de “ambigua”. No obstante, los nacionalistas ya han trasladado a dirigentes de Sortu las líneas generales de su propuesta en un clima considerado de “positivo” y concebido para “engrasar” las posiciones de ambos partidos.

En su sede de Bilbao, los socialistas les adelantaron sus diferencias el pasado martes sobre la base de que “jamás” secundarán debates que no contemplen una figura jurídica para acoger cualquier fórmula de autogobierno que sustituya al actual estatuto de Gernika. El PSE-EE, de hecho, sigue “sin ver” la razón de esta iniciativa sobre el nuevo estatus al advertir “indefinición” en el objetivo final de los nacionalistas. Eso sí, los socialistas vascos trasladaron al PNV que “en ningún caso” adoptarán la posición del PSC ya que su postura es contraria a ensayas “aventuras” de autogobierno. Para elevar el rango de la iniciativa, el PNV ha situado a sus principales jelkides, encabezados por el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, en la comisión encargada de pulsar el grado de complicidad del resto de los partidos. Así lo hicieron en la sede del PSE-EE ante una dirección socialista que encabezó su secretario general, Patxi López.