El paro cae en 8.300 personas con el impulso de los servicios y la industria

La Comunidad Valenciana registró un buen dato de empleo en noviembre con un descenso de 8.329 parados registrados, y ya es probable que el año cierre con menos desempleados que el anterior por primera vez desde que empezó la crisis. La bajada, la mayor registrada en España, dejó, sin embargo, el número de parados en 561.618. Y hay indicios de que en la mejora experimentada desde abril están pesando factores ajenos a la reactivación económica, como la salida del mercado laboral —o al menos del registro del INEM— de personas que al no recibir ayudas carecen de incentivos para seguir registrados. Así como a la salida de personas del país, algo que parece evidente a la vista de la caída de parados extranjeros, cuyo descenso relativo casi triplica al de los españoles en lo que va de año.

El dato de noviembre fue en todo caso bueno, y estuvo acompañado, al revés que en el conjunto de España, por una mejora en la afiliación media a la Seguridad Social, que aumentó en 23.346 personas el mes pasado, si bien en el acumulado del año continúa en números rojos, con 16.941 menos que en diciembre de 2012.

La bajada ofreció un agudo contraste territorial difícil de explicar. Fue intensa en las provincias de Valencia (con 6.005 parados menos) y Castellón (-2.798) e inexistente en Alicante, donde el número de desempleados aumentó en 474 personas.

La diferencia fundamental no la marcaron la industria ni la construcción, que se comportaron de modo similar, para bien, en las tres provincias, sino en el sector servicios, que empeoró (1.586 parados más) en Alicante. La mejora en las otras dos provincias fue lo bastante sólido, sin embargo, para que el sector, que es con diferencia el mayor en toda la economía española, fuera el principal motor de la caída del desempleo, con 3.542 registrados menos.

La industria, que ha encontrado en las exportaciones una alternativa al débil mercado interno, con una mejor evolución que en el conjunto del Estado, se situó como segundo impulsor del descenso del paro, con 2.156 parados menos. Seguida de la construcción (-1.979) y la agricultura (-618).

A pesar de la evolución del mes pasado, Alicante se mantiene como la provincia donde más ha bajado el paro registrado tanto de modo absoluto como relativo desde hace un año: 5.971 y 2,62% menos, frente a las caídas de 5.764 (-2,03%) en Valencia y de 1.586 (-2,54%) en Castellón.

Noviembre dejó otro dato paradójico, como es el de la caída en el número de contratos (-24.497), que fue especialmente intensa en el caso de los indefinidos, que representaron el 8,18% del total.

Las reacciones a los datos de noviembre fueron diferentes entre Generalitat, oposición y sindicatos. El Gobierno valenciano, que hasta hace poco, cuando la evolución continuaba era negativa, subrayaba que la marcha del mercado laboral dependía en exclusiva de la actividad empresarial, concedía ayer a sus medidas parte de la mejora experimentada. “Hemos roto una tendencia y todos juntos podemos crear el escenario adecuado para que muchas personas tengan más posibilidades y esperanza”, declaró el presidente Alberto Fabra.

UGT advirtió de que, además de la bajada del paro, se intensifica también el descenso de la protección de los desempleados. En noviembre, señaló, 11.549 personas perdieron los subsidios, lo que rebajó el índice de cobertura al 51,78%, el menor desde el principio de la crisis. El sindicato atribuyó igualmente la mejora al factor estacional —el paro también cayó en la Comunidad Valenciana el año pasado y en 2010— por el inicio de la campaña cítrica, ya que las altas en la Seguridad Social asociadas a ella representaron, según sus cálculos, 12.481, más de la mitad del total.

Comisiones Obreras lamentó, por su parte, el aumento de la precariedad contractual, y criticó que esta esté siendo “incentivada desde el Consell que fomenta el empleo temporal y a tiempo parcial con dinero público subvencionando contratos de cinco horas semanales durante tres meses”.

El líder socialista Ximo Puig, reclamó a Fabra una política económica que vaya más allá de los “recortes”. El portavoz de Compromís Enric Morera acusó al Consell de “vender falso optimismo”. Y la coordinadora de EU, Marga Sanz, consideró que la situación del desempleo sigue siendo “catastrófica”.