El Síndic advierte de carencias en el control de la acogida familiar

El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, alertó ayer de que existen carencias en el sistema de supervisión y seguimiento de los menores acogidos en familias. En su último informe, el defensor del pueblo catalán reveló que no siempre se hace una valoración continuada de la situación de los niños que, bajo la tutela de la Administración, viven en familias de acogida. Esto puede incrementar, según Ribó, las dificultades “para detectar situaciones de negligencia o maltrato”.

Aunque la investigación sobre la situación de los niños en régimen de acogida familiar se puso en marcha tiempo antes de que se conociese el caso del presunto pederasta de Castelldans (Girona) —que tuvo a 14 menores tutelados por la Generalitat desde 1997 sin levantar sospechas—, Ribó aprovechó para remarcar la necesidad de incrementar los controles sobre los menores y las familias de acogida para evitar que se vuelva a producir otro caso como ese. “Es insuficiente una visita cada seis meses o una llamada cada 15 días”, apuntó el defensor del pueblo, en referencia a los controles que establece la Generalitat como parte del seguimiento a los menores.

El 13,6% de los menores están en régimen de acogida familiar, frente al 38,3% que representan los niños que residen en centros de acogida

El informe elaborado por el equipo del Síndic concluyó que es necesario supervisar y revisar periódicamente a las familias y su validez para hacerse cargo de los menores, pero también valorar el estado emocional de los niños y garantizarles el acceso a una persona de referencia a la que puedan acudir en caso de necesidad. “El seguimiento ha de garantizar que se sepa en todo momento el estado y la situación del niño. Y se pide un referente al que el menor pueda explicarle sus vivencias”, explicó la responsable del área de menores del Síndic, Maria Jesús Larios.

Ribó también aclaró que, a pesar de lo sucedido en Castelldans, la acogida familiar es la medida “más eficiente” para los niños tutelados por la Administración. Sin embargo, señaló, es una iniciativa con poco peso sobre el total de niños tutelados. Solo el 13,6% de los menores están en régimen de acogida familiar, frente al 38,3% que representan los niños que residen en centros de acogida.

El Síndic exigió a la Administración que se potencie la acogida en familia y se aumente la dotación destinada a esta medida. La acogida en familias ajenas supuso a las arcas catalanas un gasto de 5.774 euros por niño en 2012, alrededor de un 10% de lo que desembolsó la Generalitat por cada uno de los menores que residen en un centro de acogida. “No pedimos que se reequilibren las partidas y se desabastezca a los centros de acogida, sino que se apueste por un incremento de las dotaciones a la acogida en familia”, puntualizó Ribó.

El Síndic pidió a la Generalitat que se desarrollen “campañas informativas y de sensibilización social” para aumentar el número de familias acogedoras

El informe también alertó de la falta de familias acogedoras. Según los datos que expone el estudio, hay 621 familias acogedoras en toda Cataluña, una cifra “poco significativa” en relación con los 7.104 niños tutelados por la Administración. A pesar de que el número de familias ha ido creciendo en los últimos años, en septiembre de 2013 había 287 niños pendientes de ser acogidos por una familia en Cataluña. El Síndic pidió a la Generalitat que se desarrollen “campañas informativas y de sensibilización social” para aumentar el número de familias acogedoras y abastecer la demanda.

Asimismo, el equipo del Síndic defendió la necesidad de dotar de una mayor “especialización” en materia de negligencia y maltrato a los profesionales que trabajan en el proceso de acogida. “No siempre se puede asegurar una profesionalización concreta. Los equipos tienen formación como psicólogos, trabajadores sociales, etc., pero no siempre están especializados en temas de maltrato infantil y protección del menor”, apostilló la asesora del área de infancia, Montse Cusó.