Bronca en el pleno de Torrevieja a cargo de Hernández Mateo

La sombra del exalcalde Pedro Ángel Hernández Mateo, condenado a prisión, todavía planea por el Consistorio de Torrevieja. Su sucesor en el cargo, Eduardo Dolón, no permitió ayer a la oposición entera ni siquiera leer una moción de urgencia presentada para reprobar su actitud y la del primer teniente de alcalde y diputado, Joaquín Albaladejo, por apoyar el indulto del exalcalde usando sus cargos públicos.

Al no poder ni discutir la petición de indulto —criticada hasta por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra—, la cosa acabó a gritos y con amenazas de expulsión entre el alcalde y Fanny Serrano, la edil socialista que intentó leer la reprobación. En el escrito, la oposición destacó las manifestaciones de Dolón en favor del exalcalde y la tribuna escrita en prensa por Albaladejo, titulada Sí, al indulto.

La moción la firmaron nueve de los 12 ediles de la oposición (PSPV, Los Verdes, Alternativa Popular de Torrevieja) “porque tres de ellos no pudieron llegar a tiempo para fírmala al decirnos la secretaria municipal que debíamos presentarla en el registro de entrada antes del pleno”, explicó Serrano. Al no llegar a tiempo, hubo que tachar con tipex los nombres de los ediles, continua Serrano, “situación que utilizó el alcalde para decir que no se podía debatir la moción al estar manipulada”.

Política clientelista

Esa fue la primera razón para negarse a debatir la reprobación. “La segunda fue que no estaba en el orden del día”, continuó Serrano lamentando el modo de entender la democracia de un partido con mayoría absoluta en el pleno. “Hemos presentado en regla un documento de urgencia que podían haber discutido y tumbado con su mayoría, pero no nos han dejado ni leerla”, afirmó la edil, lo que llevó a que acabaran a gritos.

El pasado martes, el concejal de Los Verdes, José Manuel Dolón, ya lamentó la lista de personalidades que pidieron el indulto del exalcalde, entre ellos 45 diputados del PP. La aparición de un importante número de representantes de asociaciones deportivas, sociales, empresariales y religiosas, sirvió al edil ecologista para denunciar la época de “amiguismo y clientelismo” que, según él, instauró Hernández Mateo en la localidad alicantina.