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¿En qué banco se ingresó el dinero?

La Cámara de Cuentas destapa “graves deficiencias” en la gestión de impuestos, documentos y patrimonio de Santos de la Humosa entre 2009 y 2010

Vicente G. Olaya
Casa consistorial de Santos de la Humosa, en 2013.
Casa consistorial de Santos de la Humosa, en 2013.Claudio Álvarez

El Ayuntamiento de Santos de la Humosa (2.300 habitantes) desconoce con exactitud qué bienes tiene, cuál es el saldo de algunas de sus cuentas bancarias y quién y cuándo abonó los tributos municipales, según un informe de la Cámara de Cuentas relativo a los ejercicios 2009 y 2010. El órgano fiscalizador de los 179 municipios madrileños y organismos públicos ha elevado un durísimo informe en el que destaca que “dada las graves deficiencias observadas [en la documentación examinada de esos dos años] existe una limitación general para realizar las conclusiones oportunas”. No obstante, destaca las siguientes:

 Existe un “desconocimiento tanto de las cuentas bancarias como de la titularidad de las mismas, donde se producía la recaudación de los tributos municipales que eran objeto de compensación por la EGTRM [empresa que gestionaba y recaudaba los impuestos entre 2004 y 2013]. Esta información ni ha podido ser facilitada por la actual Corporación municipal, ni se ha podido deducir exactamente de la documentación examinada”.

Los auditores señalan que la falta de información impide conocer “la situación tributaria de cada sujeto pasivo [contribuyentes], salvo que se proceda a revisar manualmente, con las dificultades que conlleva”. Falta, además, un registro contable de las cuentas restringidas, justificantes de ingresos. En 2009 no se elaboraron documentos presupuestarios y en 2010 “no estaban firmados”.

Los recaudadores metían el dinero

En concreto afirman que la totalidad de los ingresos tributarios y tasas “son gestionados” por una empresa privada, por lo que su gestión recaudatoria “es prácticamente integral, encargándose de todo el proceso (recibos, adecuación del padrón, recaudación voluntaria y ejecutiva)”... Cada mes, esta empresa presentaba al Ayuntamiento un documento donde ofrecía el detalle de la recaudación, así como de las cuentas donde se habían producido los ingresos. Pero el Ayuntamiento no lo comprobaba. De hecho, “se han observado desfases de entre dos y tres meses entre el momento en que se produce el ingreso por parte del tributario y la inclusión del mismo presentada por la EGTRM. Esta empresa, además, no llevaba un registro informático de lo recaudado, sino solo en papel, “lo que dificulta y ralentiza la realización de cualquier tipo de análisis de gestión de ingresos” y de relacionarlo con las bases de datos municipales. De hecho, el 1 de enero de 2013, la empresa dejó de prestar el servicio y, como no hay bases de datos, “podría dar lugar a posibles prescripciones de derechos [que el Ayuntamiento se quede sin cobrar]”.

La empresa que gestionaba los recibos ingresaba lo recaudado (141.060 euros en 2009 y 236.015,14 en 2010) en una cuenta bancaria “sin especificar el número de la misma”, pero sí el nombre del banco, pero resulta que el Consistorio no tiene ninguna cuenta en esa entidad.

Los auditores rastrearon después diversas cuentas municipales y descubrieron que algunas tenían “saldo cero” y un abono que les llamó mucho la atención: “Se ha detectado que se han facturado diferentes obras y suministros para las instalaciones municipales con Suministros Pflumer, siendo su administrador único” el tesorero del Ayuntamiento, si bien también era concejal de Servicios, Patrimonio, Régimen Interno, Personal y Empleo y tercer teniente de alcalde. “Esta persona ha autorizado y pagado facturas a favor de la entidad mercantil” que era suya.

Un concejal

El descuadre es tal que la alcaldía el 17 de diciembre de 2012 firmó la “prescripción de derechos de más de cuatro años de antigüedad de entre los años 1998 y 2006 por importe de 230.296,36 euros”. El informe de la intervención dice literalmente: “Existen numerosos derechos pendientes de cobro imputados a ejercicios cerrados, los cuales no se corresponden con los datos suministrados por el servicio de recaudación o se duda sobre la veracidad de los mismos”. Entre ellos destacan la venta de un solar, cuyos dueños debían haber ingresado en el Ayuntamiento 199.811,42 euros.

Los auditores sostienen, por ello, que “el control interno que ha existido en el Ayuntamiento en los ejercicios fiscalizados ha sido muy deficiente”. Y dan los siguientes ejemplos: “Con carácter general, no consta registro de entrada en las facturas”, no existe “el conforme en las facturas por el responsable, que acreditase la realización de la prestación del servicio, suministro, etcétera, que justifique el reconocimiento de la obligación”. Y continúan: “El Ayuntamiento no justifica las condiciones laborales y económicas de su personal, ni tampoco información sobre nombramientos o la tramitación de funciones y responsabilidad relativas a la gestión de la nómina y la gestión de personal”. Siempre según los auditores, “no existe inventario de bienes inmuebles arrendados o subarrendados”, tampoco de los terrenos municipales. Y, finalmente, concluyen: “Los informes necesarios para la tramitación de las licencias fueron emitidos por cuatro técnicos nombrados por la Junta de Gobierno, sin que exista vinculación jurídica laboral con ellos y nombrados sin concurso”.

La nómina de los toreros

En los años 2009 y 2010, en el Ayuntamiento de Santos de la Humosa trabajaban 45 personas: cinco funcionarios, 20 trabajadores fijos y 20 temporales. Pero la Cámara de Cuentas se queja de que este Ayuntamiento del este de la región no le haya entregado “con detalle, las retribuciones asignadas a cada puesto” ni que se explique claramente “la relación de bajas y altas”, ya que no coinciden con los “recibos de la nómina”.

Los auditores admiten que a todos los trabajadores —excepto a uno— se les ha rebajado el sueldo un 5%, tal y como fija la ley, pero el Consistorio cambió la cotización a la Seguridad Social “de dos trabajadoras sin que el Ayuntamiento lo haya justificado”.

Según el Ayuntamiento, afirma la auditoría, “las variaciones de las retribuciones del personal fueron fijadas según lo aprobado por el pleno y de acuerdo con lo establecido en la Ley de Presupuestos para los funcionarios”. Sin embargo, “en el ejercicio 2009 se contabilizó incorrectamente en el capítulo 2 \[gastos corrientes en bienes y servicios\] un importe de 18.605,10 euros, correspondiente a parte de las retribuciones del alcalde”.

En la cuenta de gastos de personal, los fiscalizadores públicos encontraron que el Ayuntamiento había imputado en 2009 “gastos diversos por 89.628,44 euros” que por su naturaleza no serían de personal. Y detallan que ese dinero se gastó en “actividades extraescolares, gasolina, teléfono, novillos y toreros”.

La Cámara reclamó “los justificantes correspondientes a estos cargos, no habiendo sido facilitados por el Ayuntamiento”.

Este periódico intentó ayer sin éxito contactar con el actual alcalde de Santos de la Humosa, el socialista José Ignacio Fernández Cogedor, para conocer su versión y si el Ayuntamiento va a cumplir las recomendaciones de la Cámara. El regidor es economista, ha trabajado en cajas y bancos y es licenciado en Ciencias Financieras y Actuarialesy está i la Corporación que ahora gobierna el municipio va a tener en cuenta las recomendaciones de la Cámara fiscalizadora. Llegó a la Alcaldía en 2011.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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