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Los alumnos de la escuela de cine Ciudad de la Luz se niegan a comenzar el curso

La falta de garantías de tener los profesores solventes provoca la queja de los matriculados

Alumnos en la puerta de la escuela de cine Ciudad de la Luz.
Alumnos en la puerta de la escuela de cine Ciudad de la Luz.Pepe Olivares

La falta de garantías del profesorado de los dos títulos propios de la escuela de cine de Ciudad de la Luz provocó que los alumnos del centro se negaran ayer a comenzar un curso que debería haberse iniciado hace más de dos meses.

“Todavía no sabemos ni qué profesores darían las clases”, destacó Rocío Fernández, una de las portavoces de los 15 alumnos de segundo año que presentaron un escrito oficial a la dirección en el que además exigen la devolución de la matrícula del primer curso, que ronda los 5.700 euros. “Creemos que ha existido incumplimiento de contrato por su parte y no pensamos que estén en posición de ofrecer ninguna garantía de nada”, dijo la alumna.

El centro de estudios dependió hasta el cierre de los estudios cinematográficos de Grandes Eventos de la Generalitat y ahora lo hace de la Consejería de Educación y Cultura. Por un lado está el centro adscrito a la Universidad Miguel Hernández de Elche que ofrece el grado de Comunicación Audiovisual y, por otro, la escuela de cine con cuatro titulaciones propias (Cine, Edición y Montaje, Fotografía y Arte Dramático).

La dirección del centro ya comunicó en septiembre que las titulaciones no eran rentables si no superaban los ocho alumnos. Fotografía y Drama fueron liquidadas por falta de matrícula. Y los estudiantes que hicieron las pruebas para acceder, 15 días antes de su inicio, se quedaron sin clases de primer año.

Los de segundo, con el primer curso pagado y, en algunos casos, con una reserva de plaza de 550 euros, exigieron una solución. El pasado jueves, el director del centro, José Antonio Escrivá se reunió con los afectados a los que según la portavoz no ofreció suficientes garantías. Según Fernández, Escrivá dijo que “no podía asegurar que la escuela fuera un nuevo Opening”, en referencia al centro de idiomas que plantó a 80.000 estudiantes con la matrícula pagada. “La crisis de confianza es total. No aclaran nada y lo que ofrecen no se adecua al precio”, dijo la alumna que prácticamente da por “acabada” la relación económica con el centro.

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