UPyD fía su futuro a la regeneración

En el discurso con que cerró hace 15 días el congreso de Unión Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez elogió sobremanera a Gorka Maneiro, único cargo público de la formación en Euskadi. Ambos son, junto al también vasco Carlos Martínez Gorriarán, número dos del partido, los principales y casi únicos referentes políticos relevantes en Euskadi de un partido nacido aquí hace siete años, pero que muestra cierto estancamiento en la comunidad autónoma y ha vivido en los últimos meses serias diferencias internas.

La ola de las encuestas resulta favorable en el conjunto de España al calor de la caída del bipartidismo. Metroscopia le otorgaba recientemente un 9,1% frente al 4,7% de 2011, porcentaje que le valió cinco escaños en el Congreso. Y en el sondeo de la misma firma sobre las europeas de mayo sube del 2,9% al 8,2% y de uno a seis escaños.

UPyD pone ahora la vista en Euskadi en los próximos comicios. Ve opciones en las europeas, pero, sobre todo, busca ganar representación institucional en las municipales y forales de 2015. “El objetivo es poder entrar en algún Ayuntamiento, especialmente de las tres capitales, y en alguna Junta General”, apunta Maneiro.

En las siete elecciones en que UPyD ha concurrido en Euskadi, su techo se ha situado en el 2,15% de los votos (22.233 papeletas) que le dieron a Maneiro su escaño por Álava en 2009, que revalidó en 2012 con menor apoyo. Pese al auge de las encuestas nacionales, el último Euskobarómetro, realizado, eso sí, la pasada primavera, repetía el único escaño.

Francisco Llera, director del Euskobarómetro, considera que hasta ahora se le ha visto un crecimiento “limitado en el centro del espectro” a costa del PP y el PSE, que solo en el caso alavés ha tenido resultados efectivos. “En Bizkaia y Gipuzkoa es muy complicado que puedan crecer”. Su electorado se sitúa en el centro. En el último Sociómetro, de marzo pasado, sus votantes se sitúan de media en un 4,7 en la escala derecha-izquierda. “Cuanta más sensación de voto útil dé, más recogerá”, apostilla Llera.

Maneiro: “ETA es esencial, pero tocamos un abanico de propuestas muy amplio” 

UPyD quiere fiar el crecimiento que busca a su discurso de regeneración democrática, sumado a una dura requisitoria antinacionalista y de frontal enfrentamiento a la izquierda abertzale. “El peligro que representa el nacionalismo para la igualdad democrática y la solidez del Estado ha empeorado desde 2007. Los representantes políticos de ETA han vuelto a las instituciones, sin condenar el terrorismo ni renunciar a sus objetivos”, reza, por ejemplo, la ponencia política de su congreso. La reciente derogación de la doctrina Parot ha rearmado sus planteamientos más radicales tras el final de ETA, bien recibidos por algunas asociaciones de víctimas.

“No tenemos un discurso centrado en las víctimas. Nos buscan porque se han quedado muy solas”, incide Martínez Gorriarán. “ETA es esencial, pero tocamos un abanico de propuestas muy amplio”, apostilla Maneiro. De las 224 iniciativas que ha presentado en esta legislatura (hasta el pasado martes), 50 tienen como motivo los planes nacionalistas, el Concierto, la educación y el euskera o la paz y convivencia.

Regeneración institucional es la idea que más repiten sus dirigentes como eje de sus propuestas. “Si en un sitio hace falta es en Euskadi”, considera Martínez Gorriarán. “Queremos impulsar reformas que nadie plantea”, indica el parlamentario vasco.

En los últimos meses, la formación ha sufrido un goteo de bajas de dirigentes relevantes, hartos de lo que consideran presidencialismo y falta de debate interno. Las marchas más destacadas han sido las de Txema Vázquez, coordinador de Bizkaia; Nicolás de Miguel, su homólogo en Gipuzkoa y candidato al Ayuntamiento donostiarra en las últimas municipales; Fernando García, cabeza de candidatura al Congreso por Álava en las últimas generales y a la Diputación de ese territorio; Carlos Sevillano, primer candidato en Vitoria, y Jonatan Calvo, responsable de organización en Gizpukoa.

“Cuando no comulgas con ruedas de molino te mandan al guano o te hacen el vacío”, dice García a EL PAÍS. “Rosa no admite más barones que quienes ella quiere y el que se muestra sumiso”, añade.

"Si no comulgas con ruedas de molino, te hacen el vacío", afirma un exdirigente

Otro exdirigente que prefiere guardar el anonimato opina: “A la inmensa mayoría de los que hemos ido se nos acusa de personalista. Que el partido de Rosa Díez te haga esa acusación es un chiste”. "En UPyD se confunde un liderazgo fuerte con un caudillismo, de Díez y su camarilla. En el partido ya no hay estructura y la militancia es cuasi nula después de los abandonos", añade este exdirigente.

El partido se esfuerza en restarle importancia a esta crisis interna, pese a los cargos que llegaron a ocupar los dimisionarios. “No existen diferencias internas. Es algo normal en un partido que crece. Muchas cosas se han magnificado de una manera absurda”, apunta Martínez Gorriarán.

Maneiro insiste en esta idea y niega las acusaciones de actitudes presidencialistas, algunas dirigidas por los críticos contra él mismo. “Saben que no es así. UPyD es un partido muy abierto en el que votamos más que ningún otro”, sostiene. “Cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero ha venido más gente de la que se ha ido”, prosigue.

El portavoz parlamentario incide en que varios de los dimisionarios dejaron sus cargos tras perder en unas elecciones internas. Vázquez presentó en abril una lista alternativa para el Consejo Territorial de Euskadi, el máximo órgano de dirección en la comunidad. Su lista, en la que ocupaba un puesto Fernando García, fue derrotada y al día siguiente él y otros cinco de los ocho integrantes de la parrilla abandonaron el partido.

El próximo congreso vasco está previsto para 2014. Siete personas de escasa relevancia pública forman el actual Consejo Territorial, que coordina Inmaculada de la Riva. UPyD suma en Euskadi algo más de 200 militantes, segúnla cifra que aportaManeiro. “Se nos está acercando gente joven que se registra como simpatizante, pero no se afilia, quizá por no pagar la cuota”, añade.