Trabajadores de Tragsa: “No nos van a usar de revientahuelgas”
Los sindicatos de Tragsa, inmersa en un ERE, cuestionan su intervención en Madrid La compañía pública defiende que dispone de personal y medios para hacerlo
Si todo sale como ha previsto el Ayuntamiento de Madrid y no hay acuerdo rápido en el conflicto de la limpieza, trabajadores de una empresa pública en medio de un expediente de regulación de empleo (ERE) limpiarán parte de los restos que ocupan las calles de Madrid tras una huelga de limpieza viaria y jardines que ha puesto la capital patas arriba.
La alcaldesa, Ana Botella, dio ayer un ultimátum a las empresas concesionarias de limpieza y jardines y a los sindicatos para que garanticen el cumplimiento de mínimos y alcancen un acuerdo con la advertencia de que, en caso contrario, encargará a la empresa estatal Tragsa que se haga cargo del 40% de servicios mínimos decretado y no cubierto ni uno solo de los días del conflicto, según los propios datos del Ayuntamiento.
Los sindicatos de Tragsa no ven clara esa intervención. “No vamos a permitir que nos usen como revienta huelgas o esquiroles”, señala a EL PAÍS Ángel Hernández (UGT), presidente del comité de empresa de Tragsa. UGT, CC OO y CGT han señalado, en un comunicado conjunto, su “total apoyo” a las “justas reivindicaciones” de los empleados de limpieza de Madrid, sobre los que planea un ERE con hasta 1.134 despidos y rebajas salariales.
“No estamos dispuestos a participar en las artimañas de la señora alcaldesa, incapaz de gestionar ningún tipo de conflicto”, señalan las centrales presentes en Tragsa, que hoy termina el periodo de negociación de su propio ERE que supondría 836 despidos en la empresa y otros 803 en su filial, Tragsatec en una plantilla que supera los 9.000 empleados, según los datos oficiales.
Los sindicatos cuestionan que la empresa estatal pueda actuar en Madrid sin que se declare la situación de emergencia sanitaria, como ocurrió en distintas huelgas de basura como las convocadas en Granada o El Coronil (Sevilla). El Ayuntamiento de la capital ya ha manifestado que no piensa declararla.
“Nunca hemos actuado por incumplimiento de servicios mínimos”, señala Ángel Hernández. Fuentes de la empresa aseguran que pueden intervenir siempre que el Ayuntamiento acredite el incumplimiento de esos mínimos. Una vez hecha la petición formal, Tragsa tiene capacidad de ponerse manos a la obra en un plazo de 24 horas en cualquier situación, añaden. Con personal propio trasladado de otras comunidades autónomas o con plantilla contratada, para la que tienen un límite legal de subcontratación del 50%.
“En otras huelgas siempre se ha contratado a personal externo”, señala el presidente del comité de empresa. Asegura que, cuando intervinieron en la huelga de basuras de Jerez de hace un año, los empleados fueron agredidos “con barras de hierro”. “Uno de ellos acabó hospitalizado”, añade. Teme que pueda ocurrir algo similar en Madrid. “Claro que puede haber agresiones, los barrenderos se están jugando su futuro, no es ninguna broma”.
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