El Gobierno insta a Barcelona a crear una zona comercial de libre apertura

Barcelona es la única de las trece ciudades turísticas españolas que tenían que crear una zona de libertad total de apertura comercial y que no lo ha hecho. Lo ha recordado hoy lunes el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, quien ha señalado la negativa del Ayuntamiento como "una pena"  porque se están perdiendo "muchas oportunidades en el ámbito del comercio" en "la ciudad más turística de España.

El Ayuntamiento ha desoído el mandato que realizó el Ministerio en mayo de 2012, cuando aprobó su decreto en favor de la liberalización comercial que, entre otras medidas, obligaba a crear zonas francas comerciales en determinadas zonas de ciudades españolas que recibían más de un número de turistas determinado. El Consistorio ha abierto negociaciones con los comerciantes pero la oposición parcial de estos a esta medida ha impedido un acuerdo, pese a que ahora hay un acuerdo en el seno de la Fundació Barcelona Comerç -que agrupa los diferentes ejes comerciales- para que se pueda abrir, a partir del próximo verano, todos los domingos de julio y agosto, cuando se produce una mayor llegada de turistas a la capital catalana.

Esa libre apertura veraniega tendría que "ser un primer paso", ha señalado García-Legaz, que ha lamentado ante un grupo de empresarios convocados por el Círculo Ecuestre la oposición catalana a las normas comerciales aprobadas desde Madrid. Además del Ayuntamiento, también se opone la Generalitat, que ha llevado el decreto ley al Tribunal Constitucional y ha iniciado la tramitación de una nueva ley comercial para intentar blindar las competencias autonómicas. 

La batalla legal en la que están inmersos las administraciones estatal y catalana está generando un mar de dudas a los comerciantes y a los grupos de distribución, que no saben qué norma aplicar en sus centros y si tendrán que atenerse a multas si obvian la legislación impulsada por la Generalitat. En ese sentido se ha referido el secretario de Estado de Comercio, quien ha subrayado que su equipo tiene "jurisprudencia constitucional" a su favor.

Como consecuencia, por ejemplo, García-Legaz ha señalado que todas las tiendas de menos de 300 metros cuadrados podrían abrir en domingo o festivo sin el temor a ser multadas, si bien la normativa catalana restringe esa libertad a los comercios de proximidad o a las que tengan una superficie comercial de menos de 150 metros cuadrados.