Gipuzkoa y Álava muestran claros reparos al plan lanzado por Bizkaia

En cuanto Fagor Electrodomésticos ha reconocido que está muy próxima al peor desenlace, las instituciones vascas, y principalmente las tres Diputaciones, no han tardado en desatar una pugna echándose los trastos unos a otros. Todo a raíz de la sorpresiva decisión del diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, de conceder tres millones en avales a la planta de Edesa en Basauri a cambio de que esta quede fuera del concurso de acreedores que solicitará este viernes  la cooperativa para todo el grupo industrial.

Sin criticar de forma explícita el paso dado por la Diputación vizcaína, tanto Gipuzkoa como Álava marcaron claras distancias y coincidieron en la necesidad de abordar una solución integral para amortiguar el golpe de Fagor. El apoyo que Bizkaia está dispuesto a dar a Edesa se ha recibido en Gipuzkoa como una forma de meterle presión al Gobierno foral de Bildu, dado que en este territorio se concentra el núcleo central de la cooperativa y se añade el caso de la empresa de muebles de cocina Grumal, sita en Azpeitia, dependiente de Fagor y con un centenar de trabajadores no cooperativistas.

Por eso, ante la pregunta de si el Ejecutivo guipuzcoano estaría dispuesto a inyectar recursos a esta compañía, Martin Garitano se limitó a decir en Radio Euskadi que analizará si esta medida es viable. Pero dejó caer que no quiere “dar pasos en falso y caer en la tentación de la estética” El mandatario guipuzcoano sostuvo que “es muy peligroso jugar a corto en esta circunstancia”, cuando existe “mucho desconcierto” por el futuro de la empresa y cunde la “desazón” entre los trabajadores. Lo que haga Gipuzkoa, enfatizó Garitano, será “en cánones de seriedad y con absoluta responsabilidad”.

Garitano insta a “no caer

Más tarde, la portavoz foral, Larraitz Ugarte, y el diputado de Innovación, Jon Peli Uriguen, tampoco quisieron confirmar si habrá ayudas para Grumal, aunque aseguraron que la Diputación analizará su situación y, en caso de destinar fondos, lo hará para poner en marcha “un plan de viabilidad”. Gipuzkoa, en la misma línea que Álava, recalcó, con la mirada puesta en José Luis Bilbao, que no es el momento de adoptar “salidas parciales”, sino de aportar “una solución integral” al problema de Fagor.

El Ejecutivo controlado por Bildu insistió en que el mejor apoyo que puede recibir la cooperativa es que las instituciones se involucren en buscar financiación, como pretenderá Garitano en la reunión que tiene previsto mantener el próximo lunes con el presidente de Kutxa, Xabier Iturbe. “Todavía estamos a tiempo de encontrar una salida”, manifestó Ugarte, quien criticó al Ejecutivo por “dar por muerta” a Fagor. “No podemos dejar morir a Fagor”, indicó tras recordar que un concurso de acreedores puede desembocar en la liquidación o en un convenio entre los acreedores, solución esta última por la que aboga Gipuzkoa, y a la que se sumaron Sortu y LAB.

El diputado general alavés, Javier de Andrés, del PP, propuso que el Gobierno vasco “lidere una solución conjunta con el resto de instituciones”. De Andrés se reunió con el alcalde de Aramaio, Ramón Ajuria, de Bildu, una de las localidades más afectadas por el cierre de la cooperativa. “Frente a medidas individuales, parciales o comarcales”, dijo el mandatario alavés sin referirse a su colega vizcaíno, “hay que buscar una solución global al problema del paro en Euskadi”.

Desde los partidos, el PP criticó la inacción del Ejecutivo autonómico en este proceso, según el portavoz económico de la formación, Antón Damborenea, quien dio un voto de confianza a Bilbao por su ayuda a Edesa, aunque apostilló: “Espero que no sea otra noticia más del diputado general de Bizkaia en la que miles de puestos de trabajo luego se traducen en cero”. Más crítica se mostró su compañera de filas y portavoz en las Juntas vizcaínas, Esther Martínez.