La lucha para salvar T-Solar en Ourense se traslada a la Xunta
Los empleados abandonan el encierro en la factoría un día antes de su liquidación Trasladan las protestas a la Administración
Tras 129 días encerrados en las instalaciones de T-Solar, el medio centenar de empleados que luchan por la reapertura de la subvencionada factoría gallega de placas solares propiedad de Isolux Corsán abandonan. Lo hacen por imposición judicial. La juez ordenó el 13 de septiembre el desalojo de las instalaciones ubicadas en el Parque Tecnológico de Galicia, tras un juicio contra 20 de los atrincherados, entre ellos la diputada autonómica del BNG, Tareixa Paz. Los empleados -a los que la empresa todavía debe nóminas e indemnizaciones - no están dispuestos a hacer frente a las tasas judiciales que implicaría la presentación de recursos contra la sentencia que declara “ilegítima” la ocupación. El desalojo se produce un día antes de que el proceso concursal consuma una nueva etapa ya que el 8 de noviembre la empresa debe entrar en fase de liquidación.
A pesar de ello, lo empleados anuncian que “la lucha para evitar el desmantelamiento de las instalaciones continúa” por lo que trasladarán sus protestas a la Administración. De hecho, tras abandonar la fábrica custodiada por la Guardia Civil, trasladaron su protesta al edificio administrativo central de la Xunta de Galicia en Ourense. Los 170 empleados despedidos a través de un ERE recuerdan que la factoría fue levantada gracias a 65 millones de ayudas públicas “que exigían el mantenimiento de los puestos de trabajo”, algo que la empresa “ha incumplido unilateralmente”. “No entienden” que habiendo ofertas de compra (una de ellas de una sociedad británica que propone el mantenimiento de todos los empleos) empresa y Gobierno autonómico “sigan de brazos cruzados” y no “activen” la reapertura. El administrador concursal alegó “falta de avales” para no formalizar esa oferta.
Sus protestas se “radicalizarán” ahora ante la Xunta, a la que consideran “cómplice necesaria” del problema por sus “escandalosos silencios”. “Es tremendo el descaro con que el Gobierno gallego no asume su responsabilidad de haber hecho de oro a la multinacional Isolux para que ahora nos deje en la estacada. Si no da un paso adelante lo daremos nosotros” insisten. Los empleados recuerdan que han evitado que el administrador concursal venda las instalaciones por piezas. Su principal batalla era precisamente esa. Evitar que T-Solar se deshaga de activos que puedan ser atractivos para otras empresas interesadas en retomar la producción en la que fue la segunda mayor planta de paneles solares del Estado. “Aunque terminamos el encierro miembros de seguridad nos han garantizado que no iniciarán el despiece o la demolición" explican. Desde el comité de empresa señalan que no tienen noticias de los administradores. Ante la concreción de soluciones, la liquidación se consolida pues como la opción más probable.
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