Grumal también teme por su desaparición
La empresa de Azpeitia, adquirida por Fagor, protesta al igual que Edesa
El declive de Fagor Electrodomésticos amenaza también el futuro de otras empresas de su propiedad como la guipuzcoana Grumal, cuya plantilla se concentró este martes en Azpeitia, y la vizcaína Edesa, donde sus trabajadores mantienen un encierro indefinido desde la noche del lunes. Fagor Electrodomésticos alcanzó en 2005 un acuerdo con la multinacional norteamericana Masco Corporation para adquirir por 18 millones de euros el Grupo Grumal, uno de los principales fabricantes de puertas y componentes de muebles de cocina de España.
Grumal, con una notable pérdida de pedidos, está en preconcurso de acreedores desde el pasado 18 de octubre, cuando la matriz se acogió a esta figura y la compañía está trabajando en un plan de continuidad que permita mantener las áreas de actividad más rentables de Grumal, con el objetivo de salvaguardar el mayor número de empleos.
Desde la empresa, sus representantes sindicales de ELA y LAB han recordado que el acuerdo de compra de Grumal por parte de Fagor Electrodomésticos preveía “la cooperativización”, un proceso que no se ha cumplido. Ahora, en la planta de Azpeitia hay 95 trabajadores con contratos indefinidos, a los que se suman otros 53 empleados reubicados en distintas plantas de Fagor, a los que se da el tratamiento de “socios de duración determinada”, cuyo contrato expira el 31 de diciembre y que tendrían que regresar entonces a Grumal.
130 personas, en turnos, mantendrán el encierro en la planta de Basauri.
“La gran incógnita que tenemos es que no sabemos si Grumal a 31 de diciembre va a existir o no, si estará en concurso o liquidación”, señaló un sindicalista de ELA, quien ha denunciado la total falta de información a los afectados. Estos dos sindicatos subrayaron en la movilización ante una oficina de Laboral Kutxa que el cierre de Grumal aumentaría el drama social en la comarca del Urola, azotada por otras graves crisis empresariales, como la de Corrugados Azpeitia.
Mientras, alrededor de 130 personas, en grupos de 10 personas y turnos de 4 horas por el día y 8 por la noche van a mantener el encierro indefinido de los cooperativistas y empleados de la planta de Edesa-Fagor en Basauri. Los trabajadores de esta empresa han sostenido que “Fagor Electrodomésticos tiene actividades viables y si no se reactivan podemos arrastrar no solo a empresas del entorno cooperativo sino a empresas auxiliares, autónomos, etc. Entonces, queremos dejar claro que no es solo un problema nuestro sino general”.
La plantilla de Edesa, con más de 200 trabajadores, defiende la viabilidad de su planta a pesar de la situación de preconcurso de Fagor Electrodomésticos e insisten en que defender sus puestos de trabajo es también defender los de otros muchos, dada repercusión de su cierre definitivo en numerosas empresas y autónomos.
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