100.000 trabajadores en los juzgados

Las cifras son elevadas, se miren como se miren. Y se sumen como se sumen los bloques, la cuenta siempre es negativa, pero es posible que los juzgados acaben de arreglar una parte del problema de desregulación laboral que ha creado la reforma del Gobierno del PP.

Si de los 580.000 trabajadores vascos regulados por convenios sectoriales más de 400.000 se quedaron sin marco el 7 de julio pasado, al cumplirse el último año de prórroga de los convenios (ultraactividad) que permitía la reforma laboral, ahora los juzgados pueden devolver el paraguas del sector a unos 100.000 de esos 400.000.

Las centrales sindicales han denunciado en los tribunales la anulación de los convenios en los que se había firmado una vigencia indefinida con anterioridad al fin de la ultraactividad. La postura de la patronal es que si la firma de esas cláusulas es anterior a la reforma laboral no tiene validez. Sostienen que el Real Decreto que aprobó esta anula cualquier derecho anterior de ese tipo en el marco sectorial.

El pasado 5 de julio, la Asociación de Artes Gráficas de Bizkaia, patronal asociada en la provincial Cebek, presentó un escrito en la mesa de negociación del convenio sectorial en el que manifestaba que el mismo perdía su vigencia dos días después, al amparo de la reforma.

Igualmente, se notificaba que las relaciones laborales pasaban a regirse por el convenio estatal y por el Estatuto de los Trabajadores. De igual manera, a partir del 7 de julio, multitud de empresas de ese sector enviaron notificaciones a sus trabajadores en el mismo sentido.

Sin embargo, los juzgados están dando, de momento, la razón a las fuerzas sociales. “Entendemos que unos 100.000 trabajadores pueden recuperar el convenio”, aseguró ayer a EL PAÍS la secretaria de Acción Sindical de CC OO, Mari Cruz Vicente.

Recobrar la vigencia del convenio no implica actualizar sus condiciones

Después del de Artes Gráficas, tiene que conocerse la resolución judicial sobre el convenio de la enseñanza concertada, y en diciembre empezarán los del Metal de las tres provincias.

Sin embargo, recuperar judicialmente la vigencia del convenio no significa actualizar sus condiciones. “Las patronales pueden mantenerlos sin renovar, pero al menos las últimas condiciones pactadas no decaen hasta los convenios de referencia, si los tienen”, explica Vicente. El convenio de artes gráficas de Bizkaia se encuentra sin renovar desde diciembre de 2011.

Algo similar sucede con el del Metal de Bizkaia, que la patronal provincial da por finiquitado. El último firmado en mayoría fue suscrito por LAB, CC OO y UGT en 2003, mientras que las dos últimas centrales sellaron otro de eficacia limitada entre los años 2008 y 2011.

La prioridad de todas las centrales sindicales, salvo ELA, pasa por salvar la estructura de la negociación colectiva, para evitar el descalabro que puede suponer bajar a la arena de la empresa, sobre todo en el caso de pymes y micropymes. Precisamente ese es el escenario preferido por ELA y que le ha concedido la reforma laboral, pero que el resto de los sindicatos quiere limitar en la medida de lo posible.

Una vez conseguido el primer objetivo, las centrales pedirán al Gobierno la convocatoria de la Mesa de Diálogo Social. No importará que no esté ELA. Si hay un marco que preservar, y el resto de las fuerzas sociales creen que va a ser útil, el consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto, convocará ese foro, que se comprometió a constituir después del 7 de julio. “La convocatoria no está vinculada a que todos estén presentes, sino a que sea de utilidad, y los sindicatos creen que primero es la negociación colectiva”, aseguran fuentes de dicho departamento.

El Gobierno se encuentra ya en la fase final de la aprobación de la comisión tripartita que estudiará los descuelgues de los convenios, una comisión que ya nace con la oposición de los representantes de los trabajadores.