La llegada de 11 cruceros probará hoy el sistema de cobro del Park Güell
Destrozadas dos máquinas expendedoras de entradas en protesta por el cierre
Barcelona recibirá este fin de semana 11 cruceros, según las previsiones del Puerto de Barcelona. Y, como es usual, muchos de los turistas tendrán como lugar de visita el Park Güell. Será la prueba de fuego para el sistema de cierre y cobro de la parte monumental del jardín que ayer puso en marcha el Ayuntamiento en el espacio ideado por el arquitecto Antoni Gaudí. Las colas para entrar y las preguntas sobre cómo no pagar compusieron el paisaje del día de ayer. Los únicos incidentes graves se produjeron en las paradas del metro de Lesseps y Vallcarca, donde dos máquinas expendedoras de entradas al recinto fueron destrozadas.
El mecanismo de control ideado por el Ayuntamiento y administrado por Barcelona Serveis Municipals (B:SM) hace distinción entre vecinos de los ocho barrios próximos, los turistas y el resto de visitantes, haciendo un ejercicio de equilibrista para no vulnerar la normativa comunitaria que impiden que se cobre a unos ciudadanos de la Unión y no a otros. El primer grupo tiene derecho a una tarjeta que les da un acceso sin restricciones a la zona protegida, que equivale solo al 8% del parque e incluye la escalinata del dragón, la plaza de la Natura y la sala Hipóstila. Hasta el momento, según el Ayuntamiento, unas 25.000 personas tienen ya su tarjeta.
El resto de visitantes pueden comprar las entradas por adelantado por Internet —valen siete euros— o en las taquillas y máquinas expendedoras en el parque, donde cuestan un euro más. También existe el club Gaudir+BCN mediante el cual se puede entrar gratis una vez al día, pero es necesario inscribirse previamente en la Oficina de Atención al Ciudadano de Ciutat Vella y el trámite dura una semana. Esta es la coartada con la que se busca no cobrar al resto de vecinos barceloneses. Según B:SM, solo el 2,4% de los visitantes al parque viven en la ciudad. El sistema está organizado en turnos de media hora, con un acceso de 500 personas en cada uno, 400 turistas y 100 miembros de Gaudir+BCN.
El Ayuntamiento informó que ayer, entre las ocho de la mañana y las seis de la tarde se vendieron 7.137 entradas, casi el 94% de las 7.600 disponibles. Del total, un 30% se vendieron a turoperadores. Para este fin de semana ya hay vendidas un 20% del total.
Unas 52 entidades están en contra del cierre del recinto y piden que sea gratis
Dan Benjamin y su esposa, dos turistas americanos de unos 50 años, se encontraron en la puerta del jardín de Gaudí con que tenían que pagar. Era la hora de comer y pacientemente hicieron la cola para comprar la entrada y después para entrar. “Las guías turisticas de papel se han quedado viejas ya”, se mofaba el viajero mientras mostraba un gastado libro. Tardaron unos 15 minutos en acceder. “Si lo hubiera sabido las compraba anticipadamente, ahorras mucho tiempo”, aseguró.
Algunos visitantes se quejaron de que pocos minutos después de la hora señalizada por los turnos no se les dejara pasar y tenían que esperar hasta el siguiente. Una portavoz del Ayuntamiento explicó que se están estudiando ajustes en el mecanismo de los horarios. Ayer la hora punta fue entre las once de la mañana y las dos de la tarde y en este periodo se fue más severo con los tiempos. En otras horas, con menos aglomeración, se fue mucho más laxo. Varios vecinos también entraron ayer sin tener el carné. El Consistorio asume que necesitará unos días de pedagogía. La normalidad en la jornada de ayer la rompió el ataque a dos máquinas expendedoras de entradas situadas en las paradas de metro de Lesseps y Vallcarca. El Ayuntamiento no ha contabilizado los daños, pero ambos aparatos quedaron inservibles.
Se trata tal vez de la manifestación más violenta de una oposición vecinal al cierre del parque. La Plataforma Defensem el Park Güell ha convocado para esta mañana una manifestación frente al parque para pedir que se derogue la decisión municipal. La entidad protesta porque considera que el cierre tiene afán recaudatorio y se vulnera el espíritu inicial del equipamiento. La plataforma grabó un corto documental, El dret a Gaudir, donde cuentan su punto de vista de la medida. A pesar de la regulación, algo no cambió: las imágenes de gente haciendo cola para tomarse con la foto con el dragón de trencadís.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.