_
_
_
_
_

La conciencia social del teatro

Una obra infantil de la compañía de Blanca Marsillach fomenta el respeto por el medio ambiente

Un momento de la obra 'El toro y el banquero'.
Un momento de la obra 'El toro y el banquero'.

“No soy tan ingenuo como para creer que el teatro pueda transformar la sociedad, pero estoy seguro de que existe una posibilidad de despertarla”. Las palabras del actor y director de teatro Adolfo Marsillach alimentan la obra infantil El toro y el banquero, una representación que la compañía de Blanca Marsillach y Varela Producciones llevarán este sábado 26 de octubre al auditorio Rafael de León de Tomares (Sevilla). “El objetivo de la obra es educar a los niños para que sean mejores personas y, además, se conciencien de la importancia de respetar el medio ambiente”, explica Blanca Marsillach. La función, que comenzará a las 12.00, es gratuita.

La historia, escrita por Elise Varela y dirigida por Pape Pérez, narra la historia del toro Cortés de Sevilla, que ha sido contratado por un banquero para que haga daño a la naturaleza. Cortés se encontrará con diferentes personajes (un pingüino, una ardilla…) que le enseñarán a querer y cuidar a la Tierra y a luchar contra aquellos que quieren acabar con ella, incluido el banquero. “Se les enseña [a los niños] a que no deben tener miedo a lo desconocido, se fomenta el compañerismo, la fe y la ilusión”, explica la actriz. “El toro tiene miedo del banquero y este de él. Los miedos son recíprocos”, agrega.

Además de la historia, la obra presenta siete canciones originales que caminan desde el hip hop y el rap hasta las bulerías. En una apuesta por la participación y la interacción con el público, los asistentes podrán colarse en ese bosque en el que trascurre la historia gracias a un karaoke. “La participación en el teatro es muy importante. El público se llena de magia cuando sube al escenario”, explica.

La compañía de Blanca Marsillach lleva cinco años alimentando las palabras del padre de la artista y apostando por el teatro social, de ahí que desarrolle los denominados Programas interactivos de teatro. “Trabajamos con discapacitados, con chicas en riesgo de exclusión social, con jóvenes… con el objetivo de que a través del teatro enfoquen sus sentimientos y puedan superar experiencias que, en algunos casos, son muy traumáticas”, explica Marsillach.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_