La defensa enmarca la quiebra de Epsilon en una batalla política entre PNV y PSE
Joan Villadelprat habla de una "tormenta perfecta" y de la falta de compromiso del Ministerio de Ciencia
La defensa de Epsilon Euskadi, la empresa que simbolizó el sueño de la fórmula 1 en Euskadi, ha enmarcado el fracaso de la empresa y su liquidación con un pasivo cercano a los 50 millones de euros, en una batalla política entre el PNV, que impulsó la firma como "un proyecto nacional", y el PSE, que llegó a Ajuria Enea en 2009 y, en palabras del administrador único de la sociedad, Joan Villadelprat, "todo lo que hizo fue desastroso". La vista en el mercantil 1 de Vitoria ha quedado vista para sentencia después de seis horas en las que el fiscal, la abogada del Estado y el letrado de la administración concursal, han solicitado concurso culpable y los defensores de Epsilon y Villadelprat su libre absolución.
La empresa recibió ayudas y créditos superiores a los 45 millones de los que no ha devuelto prácticamente nada, entre ellas 16,4 millones del entonces Ministerio de Ciencia, ahora de Economía y un crédito de 16 millones de euros concedido por Vital y Kutxa y avalado por el parque tecnológico de Álava, donde estaba la sede de Epsilon. Los administradores concursales, el Estado y la fiscalía le acusan también de haber vendido a muy bajo precio la única sección rentable, la rama de competición, a la firma EPIC Racing, que constituyó un socio suyo y varios exempleados, a la que además de los chasis y otros bienes transfirió los trabajadores de Epsilon, la actividad y las relaciones comerciales asociadas.
Tuvimos que pedir a los bancos y ahí empezaron los problemas "
Villadelprat justificó la quiebra en "una tormenta perfecta". Epsilon obtuvo menos dinero del solicitado al Ministerio y según ha dicho, esa ha sido una de las patas de la tormenta. El primer año pidió al Ministerio de Ciencia que dirigía Cristina Garmendia, un total de 13 millones y percibió 11, el segundo año solicitó 25 millones y recibió 4 mientras que el tercero, de los 15 que solicitó, el pago se desplomó hasta los 15.000 euros. "Tuvimos que pedir a los bancos y ahí ya se complicó porque había que pagar intereses", ha relatado el exadministrador único. Si a eso se le suma la crisis de financiación y la del mercado y patrocinadores, Epsilon presentó concurso acreedores en 2011, cuando ya estaba vacía de contenido y de actividad. El empresario catalán también se asoció a Hiriko que también se disolvió, -este año- después de haber absorbido cuantiosas ayudas públicas cercanas a los 20 millones de euros.
Para la abogada del Estado todo se limita a las consecuencias de una gestión de Joan Villadelprat "que calificamos de temeraria". "Villadelprat ha vuelto a la casilla 1 con EPIC Racing, pero las deudas nos las quedamos los demás", ha asegurado la letrada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.