Gobierno y Generalitat chocan de nuevo por un acto protocolario
La Moncloa rechaza que Mas intervenga en el Foro Económico del Mediterráneo, en el que participan diez ministros de Exteriores
Si nadie lo remedia en el último momento, el Gobierno central y la Generalitat catalana escenificarán este miércoles un nuevo episodio de tensión institucional como el vivido la semana pasada con el plante del presidente Artur Mas a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. El escenario será esta vez el Foro Económico del Mediterráneo, que se celebra en Barcelona con la presencia de diez ministros de Exteriores y que inaugurará el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la que será su primera visita a Cataluña después de la Diada. La Generalitat tenía interés en que Mas diera la bienvenida a los participantes con un breve discurso. Sin embargo, La Moncloa asegura que es una reunión entre Estados y Mas no puede intervenir. Por eso la organización le ha enviado una carta en la que se solo le invita a estar presente, a la que aún no ha contestado, con lo que no ha confirmado su presencia.
La ejecutiva de CiU evita otra pugna al soslayar el proceso soberanista
La Generalitat considera que Mas debería intervenir en el acto. El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran, aseguró este lunes que, si no es así, lo entenderán como “un veto” del Gobierno a la figura del presidente catalán. Además, recordó que la Generalitat es propietaria de la sede donde se celebrará la cumbre, el Palau de Pedralbes de Barcelona. El Gobierno catalán considera que no pide nada nuevo. En este sentido, recuerda que en 2005 Pasqual Maragall pronunció un breve discurso de bienvenida a los participantes de la Cumbre Euromediterránea, un acto en el que estaba el presidente del Gobierno. La Generalitat cita otro precedente, más reciente y que afecta a un dirigente del PP. El presidente de Baleares, Jaume Bauzá, intervino en la reunión de ministros de Exteriores de la UE celebrada en Palma el pasado julio. El Gobierno asegura que no son precedentes comparables. Un presidente autonómico no puede intervenir en una reunión oficial entre Estados, insisten. El consejero de Presidencia, Francesc Homs, conversó con ayer el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, para pactar una salida, pero este último acabó remitiendo a los servicios de protocolo de ambos Gobiernos.
El Ejecutivo explica que en otras ocasiones el dirigente local de turno organiza un saludo fuera del encuentro oficial. Una posible solución sería que Mas dé esta noche la bienvenida a los participantes en la recepción que ofrecerá el Ayuntamiento de Barcelona. La Generalitat confía en negociar pero el Gobierno solo se plantea de momento que Mas y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, acudan al foro como invitados, sin intervenciones.
El Gobierno ha planteado Mas y Trias, acudan a la inauguración del Foro en calidad de invitados
El plante de Mas a Sáenz de Santamaria causó un profundo disgusto en la Delegación del Gobierno en Cataluña y el PP catalán, que acogieron con estupefacción el “desaire” a la vicepresidenta. Por ello, Alicia Sánchez-Camacho insinuó este lunes que este gesto podía estar relacionado con el hecho de que la vicepresidenta es una mujer y le exigió que rectifique para no volver a hacer “el ridículo”. La senadora instó a Mas a asumir el papel que le corresponde, esto es, el de ser un presidente de una comunidad, y le recordó que el único presidente de una nación es Rajoy. Según Sánchez-Camacho, el Gobierno de CiU ya ha pecado de “falta de lealtad” en temas institucionales y le conminó a actuar con “responsabilidad”. El papel de Mas debería de ser, dijo, de anfitrión en la recepción de hoy y recibir y saludar mañana a Rajoy cuando llegue a Pedralbes.
Mientras tanto, Convergencia i Unió dedicó la jornada del lunes a intentar rebajar la tensión interna surgida las últimas semanas entre ambos partidos a raíz del proceso soberanista. La ejecutiva conjunta de ambas formaciones se reunió por primera vez tras el paréntesis estival. En un intento de evitar que el encuentro se convirtiera en pasto de discrepancias públicas, Mas se reunió antes en privado con el líder de Unió, Duran. Esa reunión previa sirvió para que en la ejecutiva no se abordara ninguno de los asuntos que dividen a la federación. Ni la “tercera vía” que defiende Duran ni tampoco el documento de agravios del Gobierno catalán. Todo esto permitió a Duran asegurar, a la salida, que no hay discrepancias en CiU y que la federación “trabaja con normalidad”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- José Manuel García Margallo
- Mariano Rajoy
- Soraya Sáenz de Santamaría
- Artur Mas
- Protocolo social
- Xavier Trias
- Josep Antoni Duran Lleida
- Relaciones administraciones
- Relaciones Gobierno central
- Generalitat Cataluña
- Cataluña
- Eventos
- Política autonómica
- España
- Administración autonómica
- Administración pública
- Política
- Sociedad