Un declive en medio de la pujanza
Otras compañías como Orona y Ulma marcan ahora la senda de los beneficios
Fagor Electrodomésticos es “la excepción” dentro de su grupo cooperativo Fagor, del que forman parte otras ocho firmas, y también en el conjunto de la corporación Mondragón, según fuentes oficiales. Es la única que viene acumulando un volumen de deuda tan elevado, por encima de los 800 millones de euros. Otras cooperativas pertenecientes a Fagor, como Ederlan, Copreci o Fagor Automation, están dando beneficios este año, y solo Fagor Electrónica atraviesa “algunas” dificultades, aseguran desde el propio grupo.
Pero la decisión adoptada por la firma señera de MCC de entrar en un preconcurso de acreedores ha puesto en solfa la solvencia del espíritu cooperativo que guía a un conglomerado formado por 280 entidades, de las que 110 son cooperativas. Desde la corporación aseguran que las razones de esta situación no radican tanto en la crisis del modelo cooperativo como en los efectos que ha provocado en Fagor la competencia exterior, las restricciones crediticias y la caída del mercado al que estaba orientado su negocio. También han pesado en su declive, opinan en su seno, decisiones estratégicas que han resultado erróneas, como la compra de la francesa Brandt en 2005.
Laboral Kutxa, la cooperativa crediticia de Mondragón, obtuvo unos beneficios de 36,7 millones el primer trimestre
Un ejemplo de la fortaleza de algunas cooperativas de MCC es el del grupo Orona, con sede en Hernani (Gipuzkoa) y una plantilla de 4.090 trabajadores en más de 30 empresas. Muy internacionalizada, la compañía logró el año pasado unas ventas por 569 millones y unos beneficios de 83,4 millones. Otro caso similar es el de Ulma, radicada en (Oñati) y 4.300 empleados, con ocho unidades de negocio orientadas a la construcción y en “permanente expansión y crecimiento”. Su facturación supera los 700 millones.
Laboral Kutxa, la cooperativa crediticia de Mondragón, emplea a unos 2.500 trabajadores y su volumen de negocio se cifra en 24.500 millones. En el primer trimestre de este ejercicio obtuvo unos beneficios de 36,7 millones después de pagar impuestos.
Estas firmas son los principales soportes, por tamaño y peso económico, que sostienen el entramado cooperativo del MCC, fundado en 1956 y que en la actualidad da empleo a 80.321 personas, un 3,9% menos que un año antes. El área industrial y el de la distribución son los dos grandes ejes de la actividad de las cooperativas.
La recesión económica también ha golpeado a la corporación. Sus ventas totales en 2012 alcanzaron los 12.903 millones, por debajo de las previsiones y empeorando en un 7,6% las cifras del curso precedente, debido fundamentalmente a la caída de la facturación en el mercado internacional, dado que en el exterior mejoró los resultados. La producción industrial de MCC representa el 8% del PIB del País Vasco.
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