El rechazo del PP a presionar a Rajoy frustra un acuerdo sobre financiación

“Se acabaron los cheques en blanco”. La oposición mantuvo, con diversas intensidades, esa postura en el debate de una proposición no de ley sobre financiación autonómica planteada por el PP, que insistió en que su iniciativa se limitaba a recoger lo que dice el informe del comité de expertos nombrados por las Cortes Valencianas para buscar el consenso. La izquierda parlamentaria respondió que el PP valenciano y el presidente del Consell, Alberto Fabra, deben presionar al Gobierno central y a su presidente, Mariano Rajoy, algo que los populares se resisten a asumir.

El problema de la financiación se abordó en foros simultáneos a lo largo de la mañana de este miércoles, con el PP a la defensiva. Mientras Fabra era entrevistado en la televisión valenciana y apostaba por la prudencia, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, afrontaba en el Congreso preguntas de los diputados Joan Baldoví, de Compromís, y del socialista Ximo Puig. El ministro dijo a Baldoví que no puede pedirle 13.000 millones de deuda histórica como si tuviera “una caja propia”.

Los ecos de su respuesta llegaron al hemiciclo de las Cortes Valencianas en medio de un debate en el que el portavoz popular, Jorge Bellver, presentó por sorpresa una enmienda alternativa a su propia propuesta, dejándola así reducida a un mero “aval” del informe de los expertos. La maniobra no consiguió, como ya ocurrió en el debate de política general, una resolución de consenso sobre la reivindicación de un nuevo modelo de financiación autonómica. Mientras socialistas y Esquerra Unida se abstuvieron, Compromís votó en contra.

La oposición había planteado enmiendas que el PP rechazó, que pedían la negociación inmediata del nuevo modelo, la compensación de la deuda histórica desde 2014 y la defensa en todas las instituciones, especialmente en el Congreso de los Diputados, de los acuerdos de las Cortes. La oferta del PP de un texto que no contempla “ninguna reivindicación ni avanza en ningún compromiso” fue calificada de “estratagema” y “jugarreta de última hora” por la oposición, mientras que el PP argumentaba que había retirado todas las cuestiones que generaban “algún rechazo”.

El portavoz del PP, Jorge Bellver, acusó al “tripartito” de izquierdas “no solo de traicionar a los expertos, sino a sus propios votantes y a la Comunidad Valenciana”. Una acusación que dio pie al portavoz de Compromís, Enric Morera, a replicar que el PP y Fabra “son unos traidores al pueblo valenciano”. Bellver apeló a no plantear el nuevo modelo “desde el enfrentamiento”, para intentar ir “unidos a la negociación” y con una propuesta asumible por todo el Estado, pero su intervención estuvo llena de recriminaciones a los partidos de la oposición.

“Se han acabado los balones de oxígeno que se desinflan cuando llegan a Madrid. Han desperdiciado todo el consenso”, advirtió el diputado socialista Julián López Milla, tras recordar que las Cortes Valencianas aprobaron acuerdos unánimes en 2010 y 2012 para la mejora de la financiación que “no han servido para nada”, porque el Consell los ha “desaprovechado”. “Si vamos, vamos en serio, y si no, no vamos”, señaló López, antes de acusar al PP de confundir el consenso con las “adhesiones inquebrantables”.

El portavoz de Compromís rompió la propuesta del PP desde su escaño porque “no sirve para nada” y exigió que Fabra vaya a Madrid a traer “el talón” con los 13.000 millones de deuda histórica. Morera defendió su idea de un sistema basado en el concierto económico solidario y generalizado pero reiteró que todos los grupos comparten el informe del comité de expertos como “un peritaje” de la infrafinanciación.

Ignacio Blanco, de Esquerra Unida, dijo que el PP lo que busca no es negociar sino “confundir y manipular”. “Ustedes solo quieren palmeros”, señaló el diputado, que acusó a los populares de “sacarse de la manga” a última hora un texto para “ofrendar” a Fabra un acuerdo unánime para el acto por un pacto social que ha convocado hoy.