‘Pelotazo’ pendiente de unas catas
La idea de derribar el mercado de Elche y dar la gestión a una empresa, que en 40 años se quedará gratis más de la mitad del edificio, no cala en la ciudadanía
En Elche (Alicante) el equipo de gobierno que preside Mercedes Alonso, del PP, ha pinchado en hueso con su propuesta para el mercado central. La intención del Ayuntamiento de derribarlo, construir uno nuevo, adjudicar su gestión por 40 años a un grupo de supermercados y después ceder tres plantas de las cinco construidas no gusta. “Es el solar más importante del centro de Elche y lo regalan”, denuncia José Joaquín Belda, con un negocio en la zona del mercado: “No existe ni estudio de impacto económico, ni de tráfico, ni concurso de ideas sobre qué hacer con este edificio”, señala este perito inmobiliario y judicial para criticar un proyecto que además, está pendiente de unas catas arqueológicas.
Pelotazo es una palabra muy común entre varios de los comerciantes de la Plaça de les Flors, donde su ubica el mercado y bajo la que descansan los restos de la ciudad árabe que fue el palmeral urbano que hoy es Elche. El pasado 2 de agosto, con media ciudad vacía, el equipo de gobierno del PP hizo valer su mayoría absoluta para aprobar un pliego de condiciones de un proyecto ideado por el antiguo gobierno socialista de la ciudad. El PP incluyó de cosecha propia lo que más ampollas levanta: la cesión de más de la mitad del nuevo espacio a la empresa lo construya y gestione.
De las 15 empresas que Urbanismo dijo en julio de 2012 que estaban interesadas en el proyecto poco se sabe. Solo suena el nombre del Grupo El Árbol, que ha presentado un plan de viabilidad “muy parecido curiosamente al pliego de condiciones del ayuntamiento”, apunta malicioso Belda, miembro de la recién constituida Plataforma Ciudadana en Defensa del Patrimonio y el Comercio Ilicitano. La semana pasada presentaron alegaciones al proyecto con el apoyo de más de 2.600 firmas a un enunciado muy directo: “No al derribo, sí a la rehabilitación”. Sindicatos y partidos, salvo el PP, hicieron lo propio.
La plataforma, en la que han confluido comerciantes de la zona e ilicitanos que comenzaron a informarse del tema a través de la página de Facebook Salvem el Mercat, piden que no se comercie con suelo público, un concurso de ideas y un estudio de impacto económico que evalúe en el tejido comercial de la zona para que todos los afectados participen. Pero el ritmo que lleva el proyecto hace prever que solo un descubrimiento arqueológico importante podría parar el derribo del edificio.
“No al derribo, sí a la rehabilitación”, proclama una plataforma vecinal
El Ayuntamiento, ante el movimiento vecinal y de comerciantes, estiró el plazo un mes más para que las empresas pudieran presentar proyectos, pero "el Grupo El Árbol ya va convocando reuniones" con los dueños de los puestos "sin tener el proyecto aprobado", cuentan en el mercado. "Nos piden por adelantado tres años de aval bancario de alquiler, que son unos 20.000 euros, más una entrada de 13.000 euros a la que debes sumar un 21% de IVA". Al margen de la cuantía de la inversión, en caso de aceptar y quebrar un año después, el comerciante no recuperaría nada. Actualmente, existe cierto temor entre los placeros del mercado tras haber vencido las concesiones municipales. Además, con el nuevo mercado pasarían de ser 70 a 40.
La propuesta de El Árbol queda así: las obras durarían de 18 a 24 meses, aunque los comerciantes las esperan “faraónicas”. Consistirían en derribar el edificio y construir otro que con un parking debajo para unas 400 plazas. Durante su explotación, la mercantil cobrará los alquileres de los locales y pondrá un supermercado dentro del recinto.
El mercado de Elche no es un edificio que llame la atención. Es un claro ejemplo de arquitectura pragmática y racional de finales de los años 50. En el registro municipal, con fecha de 13 de julio del 2012, entró un informe de la Dirección General de Patrimonio que decía que, obviando el Ayuntamiento y la vieja muralla, el "edificio del mercado, con diferencia es el de mayor importancia arquitectónica de esa parte urbana. Debería estar incluido en el catálogo urbanístico, hecho que no sucede". Ni sucedió, ni sucederá. Según fuentes municipales, Patrimonio se desdijo de su propio informe.
Regalar suelo, un hábito municipal
El pasado junio, Mercedes Alonso inauguró junto al obispo de la diócesis de Alicante-Orihuela, Jesús Murgi, la nueva sede de la universidad CEU Cardenal Herrera de Elche. Está situada sobre el terreno público donde se ubicaban los antiguos juzgados. Fue un acto por el que hubo protestas vecinales, resumidas en un comunicado de la Federación de Asociaciones de Vecinos Dama d’Elx: “Estas decisiones son demasiado importantes como para que se adopten sin tener en cuenta a la ciudadanía”.
Con motivo de esta cesión se creó Elx no es Privatitza, surgida de la asociación Joves d’Elx per la Llengua. A la cesión del terreno se unió una sensación vecinal de abandono de las instalaciones públicas. Incluso los clubes deportivos denunciaron la retirada de las subvenciones de las instalaciones deportivas del municipio, a las que subieron las tarifas.
La del CEU no fue la primera cesión. Alonso cedió gratuitamente 53.000 metros cuadrados durante 40 años para construir la futura Escuela Federativa de Golf de Elche, una entidad privada que promueve la Federación Valenciana de Golf.
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