La Generalitat admite que la ‘avispa asesina’ “ha venido para quedarse”
El Gobierno catalán continuará la búsqueda visual de nidos en la Garrotxa, donde se han encontrado más ejemplares
La Generalitat reconoció ayer que la llegada de la avispa asesina a Cataluña era previsible. Y los últimos ejemplares encontrados en la Vall d’en Bas (Garrotxa) y en otros puntos de Cataluña no hacen más que confirmar esta teoría. “Ha venido para quedarse”, aseguraron fuentes del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural de la Generalitat.
Aun así, el Gobierno catalán continuará hasta finales de octubre con la búsqueda de nidos —en los que puede haber hasta 200 avispas fundadoras— en la Garrotxa, donde se ha avistado el mayor número de ejemplares de esta especie. El subdirector de Biodiversidad de la Generalitat, Ignasi Rodríguez, aseguró que el mejor método para buscar nidos de avispas asesinas es el “visual”.
Desde el Gobierno catalán se centrarán en “destruir los nidos"
La avispa asesina, tres veces más grande que la abeja autóctona y llegada del sur de Asia, detiene su actividad con la llegada del frío. “A partir de la primavera de 2014 intensificaremos el trampeo para controlar su presencia”, reveló Rodríguez. Entonces, las avispas fundadoras recuperarán la actividad y comenzarán a construir sus nidos, en los que nacerán los ejemplares obreros que se encargarán de formar su guarida definitiva, que puede superar un metro de diámetro.
Destrucción de nidos
El director de los Servicios Territoriales de la Generalitat, Vicenç Estanyol, reconoció el “innegable” peligro que la avispa asesina tiene para el sector apícola catalán. Especialmente peligroso para los apicultores serán la primavera y principios del verano, ya que la vespa velutina devora a las abejas locales para alimentar a sus larvas. Los ejemplares adultos lo hacen de líquidos y azúcares de la fruta. Por ese motivo, desde el Gobierno catalán se centrarán en “destruir los nidos en los que se encuentran los principales focos”. En Girona hay 253 apicultores, 38 en la Garrotxa.
Estanyol destacó que el método más eficaz para controlar la población del insecto invasor no es la colocación de trampas, de las que solo en Girona hay 550, sino la destrucción de los nidos que se encuentren. El director de Servicios Territoriales matizó que se debe hacer entre los meses de junio y agosto, que es cuando el nido tiene el tamaño más grande, y cuando anochece, cuando todas las avispas están en el interior de la guarida.
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