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El PNV de Gipuzkoa rechaza que la disolución de ETA sea lo “más eficaz”

Los nacionalistas pactan con Bildu una moción de apoyo al derecho a decidir

Mikel Ormazabal
Rafaela Romero, del PSE, y junteros socialistas conversan durante el pleno de las Juntas de Gipuzkoa con un representante del PNV.
Rafaela Romero, del PSE, y junteros socialistas conversan durante el pleno de las Juntas de Gipuzkoa con un representante del PNV.javier hernández

El PNV de Gipuzkoa volvió a mostrar ayer su perfil más soberanista y la afinidad que tiene con la izquierda abertzale en las cuestiones identitarias. Aquella formación votó en las Juntas Generales en contra de una moción presentada por el PP a favor de la disolución de ETA, que decayó al ser apoyada únicamente por los socialistas. El texto de los populares instaba a la Diputación de Gipuzkoa, gobernada por Bildu, a sumarse a la petición de “la disolución de ETA como la herramienta más eficaz para la normalización de la sociedad vasca”.

La escueta moción fue rechazada por el PNV —“ez” (no), gritó en alto su portavoz, Markel Olano, en el momento de la votación— con el argumento de que el PP presenta la disolución como “la única herramienta” para lograr la normalización en el País Vasco, según defendió Eider Mendoza durante el pleno de la Cámara. Según explicó después a este diario otro juntero nacionalista, el PNV considera que la disolución de la banda terrorista es “una de las cosas que tienen que pasar, pero no la única”. “En esa moción sólo se le exige dar pasos a una parte y se olvida del papel que debe jugar el Estado”, añade este juntero.

Se da la circunstancia de que el PP presentó en 2012 la misma moción pidiendo la disolución de ETA. El texto era calcado, letra por letra. En aquella ocasión, en cambio, sí resultó aprobada y recibió los votos del PNV.

El PNV, Bildu y Aralar también demostraron su sintonía al sumar fuerzas para aprobar la moción que reclama dar “un impulso especial al Plan de Derechos Humanos, Recuperación de la Memoria y Convivencia” del Gobierno foral que preside Martin Garitano. Estas tres formaciones pactaron otro texto en el que consideran que “la clave de la solución del conflicto político reside en el derecho a decidir” y se insta a la Diputación a poner en marcha “las iniciativas necesarias en defensa de dicho principio democrático”. En esta última se abstuvo el PSE-EE y el PP votó en contra.

Y siguiendo la pauta marcada la víspera por los portavoces parlamentarios de EH Bildu y el PNV, Laura Mintegi y Joseba Egibar, respectivamente, las tres formaciones nacionalistas de las Juntas de Gipuzkoa apoyaron una moción de condena de la operación policial contra Herrira, la plataforma de apoyo a los presos de ETA. PNV, Bildu y Aralar denuncian “la estrategia político-judicial compartida por el Gobierno del PP y la Audiencia Nacional por activar el axioma todo es ETA”.

Los peneuvistas apoyaron hace un año una moción idéntica sobre la banda terrorista
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Aunque en otros términos, la comisión de Derechos Humanos del Ayuntamiento de San Sebastián también aprobó una declaración que rechaza la detención de 18 miembros de Herrira y considera este tipo de actuaciones “un paso atrás cualitativo”. Este texto, apoyado por Bildu, los socialistas y el PNV de San Sebastián, se aleja bastante de la literalidad del documento pactado por Mintegi y Egibar, y se acerca más a la posición que ha mantenido el Gobierno vasco, cuyo portavoz, Josu Erkoreka, lo calificó los arrestos de Herrira como “un paso atrás”.

Además de la disolución de ETA o la operación contra Herrira, el pleno de las Juntas de Gipuzkoa debatió otras mociones referidas a la gestión de la Diputación en materia de residuos, peajes, billete único o planes económicos. Fueron aprobadas 146 de las 165 presentadas por los grupos. Por primera vez, Bildu y Aralar —su única juntera está en la oposición— las presentaron conjuntamente. El año pasado salieron adelante un centenar de estas mociones de impulso político tras el debate de política general, aunque el PNV consideró que el Gobierno foral de Bildu no cumplió casi ninguna. Por ello, decidió tramitar 97 peticiones de amparo a la Mesa de la Cámara —algo inédito en esta institución—, aunque en el último momento decidió retirar todas menos una para evitar celebrar “un pleno de ocho días”.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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