La Generalitat media entre Panrico y la banca para facilitar la liquidez

"Hacer lo que sea para que Panrico no caiga". Es la consigna en el departamento de Empresa y Empleo de la Generalitat, que ha activado "los mecanismos necesarios a nivel financiero y operativo para garantizar la actividad diaria de la empresa" y su viabilidad, en especial la planta de Santa Perpètua de Mogoda y sus proveedores. Este "lo que sea" pasa tiene dos patas: la laboral y la financiera.

En el plano financiero, el Gobierno catalán está hablando con entidades financieras para que faciliten la liquidez de la que carece el fabricante de pan y bollería industrial y que le ha llevado primero a suspender nóminas para pagar a proveedores; después a anunciar un expediente de 1.900 despidos y una rebaja salarial de hasta el 45%; y por último a solicitar preconcurso de acreedores. Lo que por ahora no pasa por los planes del Gobierno catalán es participar en la empresa, como ha hecho en otras empresas a través de la sociedad pública Avançsa.

En el plano laboral, se trata de mediar entre la empresa y la nueva dirección, cuyo máximo ejecutivo es Carlos Gila, ante la eventualidad de la presentación del Expediente de Regulación de Empleo y la huelga indefinida convocada a partir del próximo día 13. Empleo ya medió en el conflicto del año pasado, cuando la planta de Santa Perpètua votó en referendum una rebaja salarial que fijó la Generalitat tras hablar con las partes.

El Gobierno catalán está preocupado por la situación de la industria y busca "garantizar el empleo y el mantenimiento del tejido industrial en Cataluña y en este conflicto se ha posicionado, incluso mediante un comunicado, "mostrando su total apoyo a los trabajadores que sufren procesos de reestructuración y en concreto con los trabajadores de Panrico".

El plan de viabilidad encargado por el propietario de Panrico, el fondo Oaktree, al consejero delegado, Carlos Gila, contempla una rebaja de costes de 50 millones de euros.