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Díaz desbloquea el metro de Málaga al aceptar que llegue soterrado al centro

El trazado se cortará a mitad de la Alameda y se potenciará la línea norte

Susana Díaz y Francisco de la Torre, en el Ayuntamiento de Málaga.
Susana Díaz y Francisco de la Torre, en el Ayuntamiento de Málaga.garcía-santos

La primera visita institucional de la presidenta de la Junta al Ayuntamiento de Málaga ha servido para desbloquear oficialmente la llegada del metro al centro de la ciudad, asunto enquistado desde hace casi un año. Susana Díaz llegó ayer con una propuesta que el alcalde, Francisco de la Torre, ve con buenos ojos porque cumple su deseo de que el suburbano llegue soterrado hasta la Alameda, no en superficie, como había planteado la Consejería de Fomento en los últimos meses. Pero el trazado se cortará a mitad de esta vía (a unos 200 metros de la Plaza de la Marina) y no continuará, por ahora, en dirección este hacia La Malagueta. A cambio se impulsará en superficie parte de la línea 4, que conduce hasta Ciudad Jardín, en el norte de la capital.

La consejera Elena Cortés también asistió al encuentro entre Díaz y De la Torre. Lo que se hizo fue escenificar el acuerdo entre ambas administraciones, ya que la Consejería y el Ayuntamiento llevan un tiempo trabajando en estas variaciones del modelo de metro. Los contactos se han acelerado en los últimos días. Los plazos aún se desconocen y los detalles se abordarán a partir de la próxima semana en la comisión de seguimiento de la obra. Se calcula que la inversión global será de 70 millones de euros, 50 millones para el tramo de la Alameda y 20 para el trazado de la línea 4.

Este planteamiento busca "la máxima viabilidad técnica, económica y de plazos", sostienen fuentes de Fomento. Estaba claro que había que hallar una solución a la llegada del metro al centro de Málaga, porque a final de año entrarán en servicio los tramos de las líneas 1 y 2 que confluyen cerca de la estación de trenes y ese recorrido en forma de 'v' corría el riesgo de quedar aislado si no había avances en las negociaciones. La presidenta andaluza mantuvo ayer el calendario para la puesta en funcionamiento de estos ramales.

Con lo que hay ahora sobre la mesa, el metro cruzará soterrado el río Guadalmedina y se adentrará en la Alameda hasta una estación a la altura de la calle Torregorda, frente al mercado de Atarazanas. De momento, ahí morirá, aunque la Consejería defiende que se garantiza la demanda de viajeros hasta el centro porque calle Larios está solo a dos minutos andando. Paralelamente se impulsará la línea 4, que tiene como destino final Ciudad Jardín y que por ahora se abordará en superficie hasta el Hospital Civil, una zona con más demanda de usuarios que La Malagueta. Sobre este trazado, que parte desde el Corte Inglés, no hay ningún proyecto.

"El metro no puede ser objeto de confrontación política, no lo merecen los ciudadanos", resaltó Díaz, que aludió al trabajo "intenso" de la Consejería y el Ayuntamiento para buscar una salida. A su juicio, se trata de una solución "pactada y dialogada" que permite un medio de transporte "adaptado al momento económico, con utilidad y rentable". De la Torre dijo estar satisfecho porque el suburbano atravesará bajo tierra el río Guadalmedina y subrayó "el cambio de postura" de Fomento. "No gana el Ayuntamiento, también la Junta porque era su idea inicial; gana la ciudad", recalcó el alcalde.

Ahora hay entendimiento y los representantes de ambas administraciones expresaron su ánimo de colaboración, pero todo habían sido desencuentros desde que la Consejería anunció en noviembre de 2012 que el suburbano atravesaría la Alameda en superficie, en contra del criterio municipal. Su motivación para cambiar el proyecto era fundamentalmente económica, ya que un metro ligero supondría hasta La Malagueta una inversión de 41,5 millones de euros y construirlo bajo tierra requeriría 200 millones.

El alcalde no dio su brazo a torcer, las reuniones técnicas y políticas cayeron en saco roto y la consejera Cortés amagó en mayo con licitar las obras en superficie pese a no tener el respaldo del gobierno local. El anunció propició la intervención del expresidente José Antonio Griñán y derivó en un paréntesis de cuatro meses para intentar alcanzar un acuerdo. "Todas las partes hemos tenido que ceder algo y hemos dado un ejemplo de diálogo y de estar a la altura en un momento muy complicado", apuntó Díaz.

El metro centró gran parte de la reunión entre De la Torre y la presidenta, que pidió al alcalde de Málaga, igual que hizo en sus visitas a Huelva y Almería, su "compromiso" para defender un modelo de financiación autonómica que beneficie a los andaluces.

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