Madrid tuvo en verano un 10% menos de bomberos de los que son necesarios
El Ayuntamiento de la capital ha incumplido entre julio y septiembre el mínimo de 230 efectivos en servicio
El número de bomberos en los parques de la capital durante los meses de agosto y de septiembre ha sido un 10% inferior de media al mínimo exigido, habiendo días incluso en los que apenas ha alcanzado los 200 efectivos cuando, según la Carta de Servicios de Bomberos aprobada por el Ayuntamiento de Madrid en 2006 y refrendada en abril de 2013, “para poder hacer frente con eficacia a la lucha contra el fuego y el salvamento de personas y bienes en todos los siniestros que se produzcan”, debe haber “una media mínima diaria de 230 efectivos”.
El área municipal de Seguridad y Emergencias ha achacado esta situación a los retrasos en la oposición en curso para reforzar el cuerpo, y a “la necesidad en época estival de consensuar los derechos de los vecinos y de los trabajadores”. Insiste en cualquier caso en que “no ha habido ningún riesgo para la ciudadanía”, y en que “se han podido atender con normalidad todas las incidencias incluso en los días de mayor exigencia”. El líder municipal socialista, Jaime Lissavetzky, considera sin embargo que “únicamente el esfuerzo de los magníficos profesionales del cuerpo de bomberos hace que la ciudad este razonablemente protegida”, pese a que el Partido Popular “no cumple con sus compromisos” y “dedica más recursos al pago de la deuda a los bancos que a prestar servicios básicos a los ciudadanos”.
Madrid cuenta en la actualidad con cerca de 1.500 bomberos, según fuentes del área de Seguridad y Emergencias, aunque espera que a lo largo del año que viene se incorporen al cuerpo en torno a 215 efectivos adicionales, una vez concluya una azarosa oposición convocada hace tres años, con todos los exámenes ya concluidos pero pendiente de la resolución de las reclamaciones de varios participantes, que incluso han acudido a la vía judicial.
“Trampas” del PP
- "El Ayuntamiento trampea sus propios compromisos", señala el líder municipal socialista, Jaime Lissavetzky.
- "¿Para qué sirve establecer una media anual si es evidente que, cuando más siniestros hay, en verano, ni siquiera se cubre el mínimo de efectivos necesarios?"
- "La seguridad de la ciudad, además de ser un indicador de calidad de vida, es un elemento que define su atractivo y la competitividad para atraer inversión y, por tanto, generar empleo"
- "El PP dedica mas recursos al pago a los bancos que a prestar servicios básicos a los ciudadanos"
Pese a que el proceso está “ya casi terminado”, y los nuevos bomberos deberían sumarse al servicio de forma gradual a lo largo de 2014, puede darse la circunstancia, admiten las citadas fuentes, de que un revés judicial obligue a retirarlos e incluso a repetir la oposición desde cero.
La convocatoria de 220 plazas se realizó en 2010, e inicialmente se presentaron 4.700 aspirantes, aunque sólo medio millar llegaron al último examen, realizado entre enero y marzo de este año e impugnado por unos 50 participantes, que lo tacharon de “pucherazo” al haberse producido, según denunciaron, “filtraciones” previas a la prueba de oficios.
Fuentes municipales, que niegan esas acusaciones, resaltan en cambio que se trata de la primera vez que se convoca una oposición tan numerosa (“lo normal es que entren 70 u 80 bomberos cada vez”), precisamente “para alcanzar esa cifra de 230 efectivos” que recoge la Carta de Servicios.
Estas fuentes recalcan en todo caso que existe una orden interna para, “en caso de catástrofe, poner en servicio a todo el personal de vacaciones”. Añaden que el mínimo de 230 está pensado precisamente para una catástrofe, no en el día a día, en el que, “con datos reales, nunca son necesarios”.
Tal y como denuncia el líder municipal socialista, Jaime Lissavetzky, a partir de los informes internos de servicio de los parques, en julio la media diaria de efectivos en la ciudad fue de 224; en agosto, cayó hasta los 208, y septiembre será de 209. Según la documentación consultada por EL PAÍS, sólo nueve de los 31 días de julio, ninguno de los 31 días de agosto y dos de los 30 días de agosto se alcanzaron los 230 efectivos. Hubo jornadas con cifras críticas: los días 1 y el 21 de agosto hubo 199 efectivos. Los días 10, 16 y 31 de agosto, hubo 200.
Lissavetzky destaca además que, de acuerdo con las memorias de la subdirección general de Bomberos de 2011 y 2012, los meses de verano son precisamente en los que mayor número de servicios se producen, tanto por incendios como por actuaciones de salvamento y rescate, entre otros incidentes. Este verano, en concreto, ha sido especialmente luctuoso. El 15 de junio se prendió la cubierta del teatro Alcázar, un suceso que conllevó la intervención de 110 efectivos y que trajo a la memoria el fuego de la discoteca Alcalá 20, ubicada por entonces en los bajos del edificio y que causó la muerte en 1983 a 80 personas. El 7 de julio ardió un edificio en construcción en el complejo de oficinas del BBVA en Las Tablas. Acudieron unos 60 bomberos, prácticamente la cuarta parte de los que estaban de servicio. En ninguno de estos incidentes se produjeron víctimas.
El área de Seguridad y Emergencia plantea sin embargo, para demostrar que nunca hubo peligro pese a que el número de efectivos disponibles ni alcanzaba el mínimo exigido, el ejemplo del 23 de agosto. Ese día había 205 bomberos, es decir, 25 menos de los exigibles. Según las citadas fuentes, la Comunidad de Madrid había solicitado previamente ayuda al Ayuntamiento para hacer frente a un incendio forestal en la zona de Soto de Viñuelas, que obligó a desalojar una urbanización en Tres Cantos. Apenas unas horas después, un fuego en dos edificios del barrio de Tetuán provocaba el desalojo de dos edificios con 70 vecinos; en su extinción trabajaron 12 unidades de bomberos.
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