El PSE-EE critica que el plan de paz de Urkullu “parte de cero”

El PSE-EE mantiene una línea roja infranquebale respecto a la lectura que debe hacerse en Euskadi sobre la violencia. Los socialistas entienden que no se puede "partir de cero" cuando se trata de establecer un punto de partida para caminar hacia la paz y la convivencia una vez que ETA ha decidido abandonar el terror.

Sobre esta base, el PSE-EE ha estructurado la mayoría de sus alegaciones al Plan de Paz elaborado por el Gobierno vaco, y que ha detallado su secretario de Organización, Rodolfo Ares. En el análisis de estas alegaciones, Ares ha criticado que el documento es "ambiguo y complaciente con las tesis del mundo de Batasuna".

Estas alegaciones no podrían aislarse de las razones que el PSE-EE ha explicado para justificar su retirada de la ponencia de paz y convivencia y que se centran de una manera muy concreta en el posicionamiento de EH Bildu y su resistencia, según dicen, a admitir un suelo ético

En una rueda de prensa celebrada en Bilbao, Ares ha presentado las 25 alegaciones realizadas por los socialistas a este plan, "empapado de asepsia, ambigüedad y equidistancia" y que pretende "dulcificar la realidad y diluir" las responsabilidades de quienes han apoyado a ETA.

Ares ha puesto como ejemplo de "por dónde transita" el documento elaborado por el Gobierno vasco que el texto tiene cuatro menciones a las víctimas del terrorismo por siete referencias a los presos de ETA y 16 a las torturas, así como que habla de "violencias" en vez de terrorismo y de "muertes" en vez de asesinatos.

Entre las alegaciones figura el reconocimiento del "papel central" de las víctimas

Otra de las censuras del PSE-EE al texto elaborado por Jonan Fernández es que parece "partir de cero", sin tener en cuenta los acuerdos ya logrados por todos los partidos, excepto EH Bildu, en el Parlamento en los últimos años, como la Ley de Víctimas o el "suelo ético" pactado en la Ponencia de Paz y Convivencia. "No se puede hacer borrón y cuenta nueva, no estamos en una transición ni partimos de cero", ha recalcado Ares.

El dirigente socialista ha sostenido que no son los partidos democráticos quienes deben "desandar el camino para que EH Bildu éste cómodo", sino que es la izquierda abertzale la que "debe dar pasos y hacer una revisión crítica de su pasado".

De hecho, en las enmiendas socialistas se recuerda que la izquierda abertzale no sólo justificó el terrorismo de ETA, sino que en los años 90 Herri Batasuna aprobó una ponencia en la que abogaba por la "socialización del sufrimiento".

Ares se ha mostrado dispuesto a buscar los "microacuerdos" que propone Jonan Fernández, "pero sin sacrificar los principios éticos y democráticos que compartimos todos menos EH Bildu".

"En Euskadi hubo gente asesinada y secuestrada y gente que practicaba el terrorismo y el asesinato. Hay que dejar claro -ha añadido- que las víctimas no eligieron ser víctimas y los verdugos sí eligieron ser verdugos".

Por ello, Ares ha pedido al Gobierno vasco que "reformule" este plan tanto en el análisis, como en los principios y los objetivos, y que sea "coherente" con las declaraciones del lehendakari, Iñigo Urkullu, en las que exige a EH Bildu que reconozca el daño causado, aunque ha lamentado que el PNV tampoco es "coherente" con esas declaraciones al decidir mantener la Ponencia de Paz aunque sólo participa EH Bildu, tras sumarse el PSE al abandono anterior de PP y UPyD.

Entre las 25 alegaciones de los socialistas al Plan de Paz, figuran el reconocimiento del "papel central" de las víctimas, con el impulso del Día y el Mapa de la Memoria, el centro memorial acordado con el Gobierno de España y el Consejo Consultivo de Víctimas del Terrorismo, entre otros mecanismos.

También plantea varias propuestas sobre los presos de ETA, como una política penitenciaria "más útil" para la reinserción de quienes se alejen de ETA, al cooperación entre los gobiernos vasco y central en este tema, la excarcelación de los reclusos con enfermedades graves e incurables y el retorno de los "huidos" de ETA que no tengan causas pendientes con la justicia.