Entre recuerdos y vivencias
El CAC Málaga acoge la primera exposición individual en España del británico Jonathan Monk
Los recuerdos y vivencias de su infancia y juventud constituyen el punto de partida del proceso creativo del artista británico Jonathan Monk (Leicester, 1969). Sobre esas imágenes que guarda en su memoria de una infancia y adolescencia con pocos lujos en la Inglaterra de los años setenta y reinterpretando la obra de algunos de los artistas conceptuales más significativos de aquellos años, Monk edifica su discurso, mucho más cercano y actual. Por medio de la inclusión de motivos autobiográficos o de cuestiones de la realidad contemporánea, Monk analiza el pasado a través de la irónica lente del presente.
La obra de Monk, rinde homenaje a artistas como Sol Lewitt, Lawrence Weiner y Gilbert and George como fundadores del arte contemporáneo, pero sin mitificarlos o glorificarlos; se vale de esas mismas obras para, mediante su conversión al aplicarles otra técnica, generar un discurso y una reflexión más actual. Pintura, performance, instalación, fotografía y los filmes en 16 mm se han vuelto sus formas favoritas para desarrollar todas estas reflexiones acerca de la práctica artística, la historia del arte y los objetos que lo conforman.
Normalmente me inspiro en obras que conozco desde hace mucho Jonathan Monk
“Normalmente me inspiro en obras que conozco desde hace mucho tiempo y que admiro, y cambio el contenido para ir un poco más allá”, explica Monk, que actualmente reside en Berlín. “Siempre he pensado que el arte gira en torno a las ideas, y seguramente la idea de un original y una copia de un original son dos cosas muy diferentes”, añade el artista británico, que ocupa el puesto 57 en la lista de los creadores más cotizados.
Para Colours, shapes, words (pink, blue, square, circle, etc.), exposición que reúne una treintena de obras y que se puede visitar en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga hasta el próximo 8 de diciembre, Monk ha sentido cierto vértigo, ya que no ha podido montar un armazón discursivo entre las obras pues desconocía con cuáles de las que tiene repartidas por museos y galerías del mundo iba a poder contar. “La exposición iba a depender mucho de lo que se pudiera traer de las galerías y colecciones, y el proceso creativo ha sido organizar las obras recibidas y pensar cómo se iban a mostrar, porque no tenía una idea preconcebida del espacio en el que estaría la exposición", aseguró.
“El carrusel de emociones no se detiene para el espectador que contempla la obra de Monk, porque a buen seguro que el visitante rescatará sus propias experiencias y las compartirá con el artista sin el menor pudor. Esa capacidad de dejarse llevar y sucumbir ante esta provocación es la parte más lúdica y divertida del arte, y en esta exposición queda completamente al desnudo. El espectador tiene que estar preparado para subirse a la atracción de su propia vida”, destaca Fernando Francés, comisario de la muestra.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.