La ficción tumba los muros entre jueces y acusados

"Cuando llego a clase me gusta leer alguna cita a los alumnos. Antes les leía kabuki... ahora les leo directamente a Michael Corleone", decía este miércoles Javier de Lucas, catedrático de filosofía del derecho, en la mesa redonda organizada en el marco del Claustre Obert, espacio de debate de la Universitat de València y EL PAÍS. Con el título Diálogo sobre literatura, cine y derecho, el director de cine, escritor y colaborador de EL PAÍS David Trueba; el novelista y ensayista Lorenzo Silva y el catedrático de Filosofía de Derecho de la Universitat de València Javier de Lucas dialogaron este miércoles, 11 de septiembre, en el seno de Claustre Obert, que se celebra en el Centre Cultural La Nau de la Universitat de València.

"Por la mañana al llegar a clase uno llega derrotado. Por poco que hayas escuchado la radio y echado un vistazo a los digitales dices, bueno... todo lo que voy a contar en clase, esta gente ya sabe que es mentira!", explicaba Javier de Lucas en un Aula Magna que se quedó pequeña para acoger a los numerosos asistentes que acabaron viendo el debate en diferido desde una sala aneja. La necesidad de los juristas de acercarse y comprender la realidad; la visión negativa que la ciudadanía y el cine tiene de ellos y lo beneficioso que resulta para su formación leer libros y ver películas, fueron tres ideas que se repitieron a lo largo del debate.

"El derecho para muchísima gente es violencia y es un destino fatal. Es la hipoteca, que si no la pago me dejan sin casa, y en cambio veo que el del banco si incumple su plan no solo no va a la cárcel sino que todos le financiamos. También es el delincuente que va a la cárcel por haber traficado con una miseria de marihuana y en cambio un tipo que se lleva por delante en un coche a dos personas, como es amigo de un abogado o no sé qué, recibe un indulto contra toda razón", explicaba el catedrático Javier De Lucas ante un público compuesto principalmente por colegas juristas. "A los alumnos hay que decirles las cosas como son".

"Muchas personas ven a los jueces como seres remotos. Es también la comunicación de los juristas la que determina eso", explicaba Lorenzo Silva, abogado y escritor de novelas. Esta visión la corroboraba David Trueba: "Hay que romper los muros que los jueces tienen con el acusado o con el testigo... y la ficción ayuda a tumbar esos muros".