El alcalde de Tarragona echa la culpa a Fomento del recurso al tercer carril

El Ayuntamiento de Tarragona no está contra el tercer carril ferroviario como le acusa el PP valenciano. Son los populares tarraconenses los que discrepan del proyecto defendido por la Generalitat de Alberto Fabra. El alcalde de la capital catalana, Josep Fèlix Ballesteros, del PSC, blanco de las críticas del PP de Valencia, solo exige al Ministerio de Fomento mejoras para los cuatro problemas que el tercer hilo creará a su paso por Tarragona. “Si Fomento hace las cuatro cosas que pedimos, esto se desencalla ya”, manifestó Ballesteros.

Hace ocho días que el Consistorio tarraconense presentó un recurso contra el proyecto del tercer carril porque entiende que el ministerio que preside Ana Pastor —después de meses de negociaciones— no ha atendido sus reivindicaciones: dos pasarelas que garanticen la comunicación entre la población y su litoral, un intercambiador en el Arboç que asegure la llegada de la alta velocidad a Tarragona, y el cambio de un aparcamiento de mercancías previsto demasiado cerca de su Anfiteatro Romano, declarado por la Unesco Patrimonio Mundial.

En ese tiempo, los populares valencianos han arremetido contra el regidor socialista por intentar detener una infraestructura estratégica para la autonomía. Vista la dimensión de la polémica, Ballesteros explicó ayer con pelos y señales que sus demandas a Fomento son razonables y no costarían más que 14 millones de euros, es decir, lo que vale un kilómetro de alta velocidad ferroviaria. “Son soluciones paliativas, nada más”, subrayó.

El alcalde planteó estas necesidades hace un año a Fomento y han estado en conversaciones hasta mayo. Después de eso, silencio. Ballesteros repite que no está en contra del corredor, de hecho, es miembro de Ferrmed —un lobby que defiende un corredor exclusivo para las mercancías a lo largo del corredor mediterráneo—. Insiste en que los cambios que trae el proyecto del tercer carril afectan al paso de trenes de media distancia, regionales y alguno de largo recorrido —entre ellos, los que comunican Valencia con Cataluña— y paliarlos no costaría más que un 7% del presupuesto de todo el proyecto, unos 200 millones de euros. Que los populares valencianos no se anden con zarandajas: la pelota, entiende el político catalán, está en el tejado del ministerio que preside la popular Ana Pastor. “Nosotros siempre hemos optado por el corredor. Es el PP de Tarragona el que está en contra del tercer carril, así que cuando \[Alberto\] Fabra critica al alcalde de Tarragona, está criticando a su partido aquí”, declaró el regidor catalán.

El PP de Tarragona rechaza el tercer carril. No está acuerdo con que las mercancías circulen cerca de la capital por el también conocido como tercer hilo, un remedo de corredor que el Consell de Alberto Fabra abandera tras la imposibilidad de acometer el proyecto original y completo por su elevado coste. “No nos creemos que sea una solución provisional” y beneficia “a Valencia pero no a la ciudad de Tarragona”, defiende Alejandro Fernández, presidente del PP en Tarragona y portavoz del grupo municipal. Los populares valencianos eluden la polémica con su partido en aquella provincia.

Ballesteros cree que le asiste la ley, pues el ministerio no ha dado audiencia al Consistorio, afectado por el trazado, ni ha realizado la declaración de impacto ambiental. El regidor del PSC esgrime hasta seis argumentos legales para sostener el recurso a Fomento contra la licitación del tramo. “No me quiero plantear pararlo sine die, pero eso no depende de mi”, terció.

El alcalde de Tarragona, que conoció al presidente Alberto Fabra cuando regía Castellón, asegura que le ha enviado a Fabra documentación sobre el recurso pero hasta la fecha no han tenido ningún contacto con él.

Desde el lobby Ferrmed, su secretario general Joan Amorós cree que la sangre no llegará al río. Comprende que el Ayuntamiento tarraconense exija compromisos pero “sinceramente no creo que el recurso entorpezca el proyecto”, opinó ayer. Ferrmed no comparte el recurso presentado por el Ayuntamiento, “porque queremos una red para mercancías lo antes posible”, pero desea que Fomento y el alcalde lleguen a un acuerdo.

Ferrmed planteó hace año y medio que el tercer carril que discurre paralelo a la costa, compartiendo vía con el tráfico de pasajeros, debe ser una solución transitoria porque la definitiva es duplicar la vía por el interior, es decir, una circunvalación ferroviaria de Tarragona. El ministerio contempla sobre el papel una doble plataforma a largo plazo —mucho más ambiciosa que el tercer carril— aunque no existen plazos ni presupuesto, lo que a todos los efectos convierte el corredor definitivo en mera intención.

Amorós vaticina que el mismo problema que ahora se plantea en Tarragona, surgirá en el tramo entre Castellón y Tarragona.